Día nacional de la ética

Día nacional de la ética

 POR MU-KIEN ADRIANA SANG
Tenía 53 años y parecía un anciano de sesenta, encorvado, prematuramente envejecido, con la cabeza cubierta de blancos hilos, como si en ella hubiera amontonado, la copiosa nevada de dolores infinitos. Su rostro enflaquecido, pálido, sus mejillas. hundidas; sus ojos de amortiguado fulgor como cansados de contemplar en torno suyo bajezas e ignominias, le prestaban cierto pronunciado parecido con uno de esos santos del catolicismo. Cuando pasó cerca de mí me descubrí con religioso respeto como otras personas que se encontraban a mi lado. Aquel vencido era el símbolo augusto de la virtud republicana hecha carne que pasaba.
Federico García Godoy

Un 29 de abril de 1876 se juramentó como Presidente de la República Ulises Francisco Espaillat.  Un farmacéutico santiagués que había luchado arduamente en la Guerra de Restauración, que se forjó una posición en la sociedad gracias a su verbo crítico y propositivo y que durante toda su vida actuó apegado a sus convicciones, sustentado en tres elementos: la ética como norma de conducta; el apego y respeto a la ley como la mejor forma de convivencia social;  y la libertad como principio y fin de la vida humana.

Hoy 29 de abril del 2006 celebramos el Día Nacional de la Ética Ciudadana, gracias a un Decreto Número de 252-05 del 18 de abril del 2005 promulgado por el Presidente de la República, Doctor Leonel Fernández, canalizado a través de la Secretaria de Educación, Alejandrina Germán, por iniciativa del Consorcio de Educación Cívica.

Este año, se hizo realidad la materialización del Decreto.  Nos unimos instituciones del Estado y sociedad civil para desarrollar juntas un interesante programa de actividades: la Secretaría de Educación, la Secretaría de Educación Superior Ciencia y Tecnología, la Procuraduría a través del Departamento de Prevención Contra la Corrupción, la CONARE, la Comisión de Efemérides Patrias, la Academia Dominicana de la Historia, el INAP y el Consorcio de Educación Cívica.  Nos reunimos y con humildad pudimos preparar un merecido homenaje a Espaillat: una ofrenda floral en el

Panteón, dos encuentros juveniles por la ética y contra la corrupción, dos conferencias magistrales, un panel sobre ética y sociedad civil y un taller para maestros.

Desde hace casi diez años nació una hermosa experiencia. El Proyecto para el Apoyo a Iniciativas Democráticas, PID-PUCMM-USAID, financió, entre sus múltiples proyectos a un grupo de instituciones que decidieron trabajar seria y activamente la educación en valores en un grupo de escuelas dominicanas.  Coincidencias de la vida, conocimos al Centro de Educación Cívica de Los Ángeles.  De ellos aprendimos una metodología, unos principios, pero sobre todo entendimos en la práctica, que la construcción de una ciudadanía consciente, responsable, crítica, plural y solidaria es una necesidad internacional, que trasciende las fronteras y los idiomas. 

Comenzamos como una experiencia, después decidimos continuar con ella, y seguimos, y seguimos, y al cabo de los años hemos llegado a cientos de escuelas, miles de niños y profesores, intentando desarrollar procesos que permitan crear una contracultura al oportunismo, al clientelismo y a la inconsciencia.   A través de todos estos años este grupo de personas e instituciones han trabajado unidas, a pesar de nuestras angustias, temores, aprehensiones, dudas y diferencias:  PUCMM, Fundación Leonardo Da Vinci, Fundación Falconbridge, Centro Cultural Poveda, EDUCA, Instituto de la Familia, Colegio Babeque, Colegio Lux Mundi, Red de Educadores Cívicos, FISOE, Oficina Técnica Provincial de Salcedo y Fundación Máximo Gómez. Al poco tiempo, se han unido nuevas: Sur Futuro, Fe y Alegría y Participación Ciudadana, Comunidad Cosecha e Instituto de Derechos Humanos.

En una reunión de evaluación de nuestro trabajo, pensamos que era necesario crear un símbolo que permitiera a los jóvenes reflexionar sobre la importancia de la ética en sus vidas.  De inmediato surgió el nombre de Ulises Francisco Espaillat. Hicimos un borrador de decreto, lo discutimos colectivamente, lo enviamos a la Secretaría de Educación, lo motivamos y aceptaron no solo mediar ante el Presidente de la República, sino asumir la coordinación del Comité pro celebración del Día Nacional de la Ética Pública.

¿Por qué Espaillat? Porque su vida es un ejemplo para todos.  ¿Ejemplo por que fracasó como gobernante y solo duró unos cinco meses en el poder?

¿Ejemplo por que no pudo aplicar todo lo que predicó a través de sus artículos? ¿Ejemplo por que no siguió la tónica, la práctica clientelista de los demás políticos de su época?  ¿Ejemplo por que era un ferviente positivista que propiciaba el fomento de la inmigración y negaba la mezcla cultural heredada?

Todo eso es verdad.  Pero también es verdad que Ulises Francisco Espaillat sacrificó su vida y su fortuna para defender sus ideas.  También es verdad que Ulises Francisco Espaillat era un defensor apasionado de la democracia y de la libertad, como también era un enemigo irracional en contra de la dictadura.  También es verdad que Espaillat ha sido quizás el principal defensor de la educación como el factor clave para el desarrollo sostenible.

Es verdad que él también apegado al principio de la libertad de pensamiento, permitió que los exiliados políticos de su época vinieran al país.  Como también es verdad que luchó por el consenso y el diálogo como forma de hacer política en vez de la violencia física y verbal.

Por haber sido un hombre de ideales. Por haber sido un hombre que defendía con pasión la necesidad de una vida pública caracterizada por el decoro y la honradez. Por haber sido un hombre público transparente y ético, se dedica el 29 de abril como el Día Nacional de la Ética Ciudadana.  Y nos alegramos de que esta iniciativa haya sido acogida tan favorablemente.

Finalizo esta columna con las palabras de Rufino Martínez, escritas en su célebre diccionario biográfico-histórico dominicano:

Tomó posesión del cargo el 29 de abril. Como político de principios, en el poder se mantuvo entero, esto es, siguió siendo de principios y leal servidor de la Patria, cosa extraordinaria en un Presidente de la República

Dominicana.  Afrontó el problema de la política, tratando de reducir las banderías a un solo haz de luchadores por el interés colectivo, llevando los cargos públicos a los más aptos y dándoles carácter de servidores de la nación y no del Presidente.. Sobre la incomprensión o inconformidad de la época, la misma que había repudiado a los Padres de la Patria y ha seguido dando razón de ser a gobernadores opresores, ha triunfado el reconocimiento de que Ulises Francisco Espaillat es uno de los modelos de virtudes cívicas de más pureza habidos en nuestro medio.

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