Día Nacional del Cacao

Día Nacional del Cacao

JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ ROJAS
Por una feliz iniciativa de la delegación dominicana que asistió a la 67ava. Asamblea General y Consejo de Ministros de la Alianza de Países Productores de Cacao (COPAL), reuniones que tuvieron lugar en la isla de Sao Tomé & Príncipe en el mes de septiembre de 2004, se celebra a nivel mundial el día 1ro. de octubre, fecha en que se inicia el año cacaotero, el Día del Cacao. La COPAL a su vez presentó la resolución aprobada al Consejo de la Organización Internacional del Cacao (IICO), con la finalidad de que si fuese aprobada, introducir una petición a la Organización de Naciones Unidas (ONU), para que con su aprobación tenga carácter universal.

En este día, los casi cuarenta mil productores de cacao están momentáneamente de júbilo, ya que para su pesar, los precios internacionales del grano, todavía no han alcanzado los niveles que le permitan satisfacer plenamente las necesidades suyas y las de su familia, debido a que el precio del fruto de su sudor lo establece el comprador y no el que lo produce y ofrece. Esa iniquidad debe ser corregida, de lo contrario los industriales y chocolateros corren el riesgo de que se abandonen masivamente los cultivadores, con el consecuente resultado de cierre de fábricas y quiebra de negocios, especialmente los chocolateros.

La Secretaría de Estado de Agricultura y la Comisión Nacional del Cacao, en el Club de Mayoristas de la ciudad de San Francisco de Macorís ofrecen un agasajo el domingo 1ero. de octubre a partir de las once de la mañana, en donde no faltarán alimentos, bebidas y un combo que tocará música típica de tierra adentro.

Aunque según la Embajada de los Estados Unidos de América estamos en la víspera de empezar a “implementar” según las palabras del Embajador de ese país, los cacaocultores no deben abrigar temor alguno en cuanto al futuro del cacao y su competitividad, ya que ni los colosos del Norte, ni los países centroamericanos son para nosotros una amenaza. En el primero por sólo cultivar un poquito en Hawai, y de los de América Central, casi quintuplicamos la producción del mayor exportador. Así, que podemos esperar tranquilos a sabiendas que no seremos barridos como los de otros productos menos influyentes que el nuestro.

Los retos que se presentan a los cultivadores son enormes. Los países consumidores continúan abrumando a los productores para que ofrezcan un producto de mayor calidad y más sano. Al efecto, quieren un producto orgánico, con condiciones organolépticas óptimas y con un grano de fina cáscara y con un peso superior a 1grm. Pero ¿Están dispuestos los importadores a pagar un precio más elevado por un tipo de cacao como el que demandan? Por supuesto que no. En las diferentes bolsas de productos, aparece el nombre genérico de cacao, sin el apellido de orgánico o fino y de aroma. ¿Por qué? Porque si en la Bolsa le abren un renglón que lo diferencie del cacao convencional, entonces se debería clasificar por sus condiciones físicas y de demandas y al establecerse la libre competencia, los corredores entran en pánico.

Es de rigor, que tanto los organismos internacionales como los gobiernos nacionales de aquellos países de vocación exportadora de cacao, que aúnen esfuerzos tendentes a establecer esta gradación que de seguro les incrementarán sus entradas de divisas fuertes. Ahora bien, esto debe ser una cruzada coordinada por los organismos internacionales que agrupan a productores y consumidores, como es el caso de la Organización Internacional del Cacao (IICO).

Aunque parezca insólito, el cacao es el producto de mayor aceptación universal. La humanidad ama el chocolate.

Los niños se desviven por los chocolatines y el mejor regalo en los días de San Valentín para la mujer amada, es una caja de finos bombones.

Las bondades del cacao todavía no han sido cuantificadas. Es un producto medicinal que posee cualidades antioxidantes beneficiosas para la coronaria que regulan el movimiento de expansión y contracción del órgano vital del cuerpo humano. Es un excelente producto de belleza utilizado con profusión en los salones de estética. Sirve para limpiar los poros de la piel y la manteca de cacao evita las desagradables y dolorosas fisuras de los labios en el crudo invierno.

Sólo con tener el conocimiento de que su nombre científico es Teobroma cacao, que significa “manjar de los dioses”, tienen los mortales asegurado parte de su bienestar cotidiano. Para que se tenga una idea de la aceptación universal del cacao, alguien afirmó, que a diez personas les preguntaron si amaban el chocolate. Nueve dijeron que si. La décima mintió.

Terminamos estas breves líneas con una exhortación, no sólo a los cacaocultores, sino al pueblo dominicano para que consuma más cacao en sus diferentes modalidades. De seguro notarán la vitalidad y la alegría que el mismo les dará. En el día dedicado a todos los cultivadores del alimento predilecto de los dioses: el cacao. Un quintal de felicidades.

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