El domingo 11 del mes que discurre se celebró en Altos de Jima, provincia Monseñor Nouel, el día dedicado a un producto emblemático el cual forma parte de los cuatro tradicionales de exportación: el café.  Es dable resaltar que el sitio escogido no pudo haber sido mejor seleccionado, ya que dentro de los atractivos de la zona figura un sendero construido por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, el cual penetra en la exuberante vegetación y nos lleva a los saltos o caídas de agua del río Jima. Les recomendamos a los amantes de la naturaleza, que no pierdan la ocasión de conocer este bosque húmedo pletórico de frondosos árboles y de ancestrales cacaotales, así como el torrentoso río Jima. Se anotó una pata el Ministro doctor Jaime David Fernández Mirabal, quien nos alentó a que realizáramos el recorrido, el cual hicimos sin el calzado adecuado y sólo la voluntad de no fracasar junto a los que nos acompañaron, nos hizo llegar y volver a la meta.

Responsable de esta actividad lo fue el Consejo Dominicano del Café (CODOCAFE).  Su Director Ejecutivo, señor Fausto Burgos Mejía tuvo a su cargo las palabras centrales focalizadas en el acuerdo que tiene esa institución con el Ministerio de Medio Ambiente para ejecutar un ambicioso programa para el Pago por Servicios Ambientales. En su intervención, el Director Ejecutivo se hizo eco de unas declaraciones que el que garrapatea estas líneas había expresado: “que la implementación del pago por servicios ambientales era una utopía de la manera que lo había anunciado el Ministerio de Medio Ambiente”. Al parecer, el señor Burgos Mejía entendía que nosotros estábamos contra esa imperiosa y necesaria medida, la cual sería una panacea no sólo para los caficultores, sino para los cacaocultores y todos aquellos productores prestadores de servicios ambientales.  

Según el diccionario de la Real Academia Española (DRAE), “Utopía o utopia (Del gr. Lugar; lugar que no existe) f. Plan, proyecto, doctrina o sistema optimista que aparece como irrealizable en el momento de su formulación”. Como podrán inferir, en mi caso me referí únicamente en el momento de su formulación, ya que estos servicios, en gran parte los pagan los que están aguas abajo y en la mayoría de los casos: arroz, plátanos, bananos y otros cultivos de ciclo corto, son los beneficiarios y están tan golpeados como los tradicionales.  ¿Cómo cobrarles, en consecuencia, a estos hermanos productores?  Ahí es que la utopía surge.  Buscar una fórmula en la cual no se perjudique a otros productores ni tampoco al consumidor final, es sumamente difícil.  En otros países, los beneficiarios de las aguas han sido empresas que se dedican al suministro de electricidad, las cuales obtienen pingües beneficios por sus servicios.

Para disipar las dudas, estamos en la mejor disposición de trabajar en la búsqueda de una solución que beneficie a todos los sectores, inclusive al Gobierno vía Ministerio de Medio Ambiente.  Recordarle también al Director Ejecutivo, que en su Revista Foro Cafetero, según me recordó su editor, el doctor Richard Peralta, el primer artículo que se escribió sobre el tema salió de nuestra autoría. Entonces, cómo se puede juzgar que somos contrarios al PAS o PAC.  Nuestra solidaridad con los productores ha sido siempre incuestionable.