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KABUL, (AFP) – Afganistán vivió ayer una nueva jornada negra, con un ataque suicida contra un convoy estadounidense que dejó 15 muertos, el secuestro de una alemana y el fracaso de las negociaciones para liberar a 19 surcoreanos en manos de los talibanes anunciado por los rebeldes.
La ciudadana alemana fue secuestrada por hombres armados el sábado en Kabul, anunció a la AFP el portavoz del ministro del Interior afgano, Zemarai Bashary.
La secuestrada, de 31 años, dirigía desde hacía uno la oficina de la organización no gubernamental Ora International en la capital afgana, según confirmó en Berlín Ulf Baumann, portavoz de la entidad caritativa cristiana. La mujer fue raptada mientras se encontraba en un restaurante con su marido, que logró escapar, según Baumann.
Fuentes bien informadas de Berlín indicaron que los secuestradores no parecen estar relacionados con los talibanes y que se trata de «una banda de jóvenes» en busca del pago de un rescate. El ministerio alemán de Relaciones Exteriores no pudo confirmar la información, mientras la policía afgana comenzó a investigar el incidente. Por otra parte, quince personas murieron en el segundo ataque suicida en dos días en Kandahar, el bastión de los talibanes en el sur de Afganistán, que estuvo dirigido contra un convoy privado estadounidense, aunque la mayoría de las víctimas fueron civiles afganos. «Once civiles y cuatro guardias de seguridad afganos murieron y 19 civiles y siete guardias resultaron heridos en el ataque suicida», anunció a la AFP el jefe de la policía provincial, Sayed Aqa Saqib. El atentado tuvo lugar en una concurrida zona del oeste de la ciudad de Kandahar, cuando un convoy circulaba en dirección al distrito agrícola de Zehri (25 kilómetros al oeste), de acuerdo con la policía. En otro frente, los militantes talibanes estudiaban ayer el destino de los 19 rehenes surcoreanos que secuestraron en territorio afgano, después de que fracasaran las conversaciones sobre su liberación, declaró a la AFP un portavoz de los insurgentes.
