El 9 de junio es una fecha especial en el calendario de la cultura pop: se conmemora el nacimiento del Pato Donald, un personaje que ha dejado huella en generaciones con su singular forma de hablar, su temperamento volátil y su entrañable torpeza.
Desde su aparición en la animación “The Wise Little Hen”, Donald se convirtió en uno de los rostros más queridos del universo Disney. Con más de 85 años de trayectoria, ha protagonizado cortos, películas, cómics y series, transformándose en un ícono que ha traspasado fronteras lingüísticas, culturales y temporales.
A continuación pueden descubrirse ocho de estos aspectos desconocidos:
1- El nombre completo del personaje es Donald Fauntleroy Duck, y su primera aparición fue en el dibujo animado The Wise Little Hen en 1934.
2- Protagonizó la película ganadora del Oscar de 1943, Der Fuehrer Face, que trata sobre el sufrimiento de vivir en la Alemania nazi.
3- Donald no lleva pantalón puesto cuando usa su tradicional camisa de marinero. En cambio sí utiliza un traje de baño cuando va a nadar.
4- Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), apareció dibujado en la parte delantera de casi todos los tipos de aviones de combate de los aliados, desde los L-4 Grasshopper hasta los B-29 Superfortress.
Lee más: Ocho cosas que no sabes del Pato Donald

5- Donald sufre de daltonismo, un defecto genético que dificulta la capacidad de distinguir un color de otro.
6- Tiene un título honorario de la Universidad de Oregon, Estados Unidos.
7- Walt Disney autorizó a la Guardia Costera de los Estados Unidos para que Donald fuera utilizado como su mascota.
8- El pato ha aparecido en más películas que cualquier otro personaje de Walt Disney. Sale en 178 films, frente a los «apenas» 137 en los que participa Mickey Mouse.

Un debut breve, pero inolvidable
Donald apareció por primera vez en una animación de apenas siete minutos titulada The Wise Little Hen, lanzada el 9 de junio de 1934. En ese corto de Silly Symphonies, tenía un papel secundario, pero bastaron unos pocos gestos y una voz singular para que el personaje conquistara a los espectadores. Aunque no era el protagonista, su comportamiento perezoso y sus expresiones faciales robaron la atención.
Con un diseño aún primitivo y una personalidad en gestación, Donald representaba desde el inicio al antihéroe: torpe, impaciente, pero siempre dispuesto a intentarlo de nuevo.
A diferencia del optimismo constante de Mickey Mouse, Donald introdujo una dimensión más humana al mundo animado: la frustración, el enojo, el fracaso. Y ese lado imperfecto fue justamente lo que lo hizo tan cercano.