Diabetes, en clave femenina

Diabetes, en clave femenina

En la actualidad hay más de 199 millones de mujeres con diabetes, una cifra que se prevé que alcance los 313 millones en 2040, según datos de la Federación Internacional de Diabetes.
El 14 de noviembre, Día Internacional de la Diabetes, se celebra este año bajo el lema “Mujeres y diabetes, nuestro derecho a un futuro saludable”. Esta campaña incide en la importancia de lograr que las mujeres con esta enfermedad o en riesgo de desarrollarla tengan un acceso asequible y equitativo a las medicinas, la tecnología y la educación sobre autocuidados, esenciales para afrontarla.
Qué es. La diabetes es una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no produce suficiente insulina o bien cuando el organismo no es capaz de utilizar la insulina de manera eficaz.
La insulina tiene la función de hacer que la glucosa (azúcar) presente en la sangre penetre en las células para que estas puedan obtener energía. La diabetes produce un incremento de los niveles de glucosa en la sangre, lo que se conoce como hiperglucemia.
Existen dos tipos principales de diabetes: tipo 1, que es aquella en la que el páncreas no produce la insulina que el organismo necesita y la tipo 2, que “tiene su origen en la incapacidad del cuerpo para utilizar eficazmente la insulina, lo que a menudo es consecuencia del exceso de peso o de la inactividad física”, según informa la Organización Mundial de la Salud (OMS).
También existe la diabetes gestacional, que corresponde a una hiperglucemia que ocurre durante el embarazo en mujeres que no tenían diabetes previamente. La hiperglucemia puede ocasionar daños a largo plazo, especialmente en los nervios y en los vasos sanguíneos. “La retinopatía diabética es una causa importante de ceguera y es la consecuencia del daño de los pequeños vasos sanguíneos de la retina que se va acumulando a lo largo del tiempo. El 2.6 % de los casos mundiales de ceguera es consecuencia de la diabetes”, apunta la OMS.
Asimismo, esta entidad señala que los adultos con diabetes tienen un riesgo de dos a tres veces mayor de infarto de miocardio y accidente cerebrovascular.
Riesgos femeninos. La diabetes tiene notables consecuencias en la salud femenina. Un problema habitual de las pacientes diabéticas son las infecciones por hongos. “La glucosa presente en su cuerpo crea el entorno perfecto para fomentar el crecimiento de hongos”, explica la Asociación Americana de Diabetes. De igual modo, esta entidad señala que algunos fármacos utilizados para el tratamiento de la diabetes pueden influir en la eficacia de los métodos anticonceptivos.
“Los medicamentos orales llamados tiazolidinedionas pueden hacer que las mujeres que no están ovulando y todavía no han pasado la menopausia vuelvan a ovular, lo que hace que puedan concebir. Además, es posible que los anticonceptivos orales sean menos eficaces cuando se toma este medicamento”, apunta esta entidad. En lo relativo a las pastillas anticonceptivas, la Asociación Americana de Diabetes aclara que pueden hacer que se incrementen los niveles de glucosa.
“Usarlas más de un año o dos también puede aumentar el riesgo de complicaciones. Por ejemplo, si cuando toma la pastilla le sube la presión, esto puede aumentar la probabilidad de que empeoren las enfermedades de los ojos o de los riñones”, apunta. Estas cuestiones son relevantes dado que, según datos de la Federación Internacional de Diabetes, 2 de cada 5 mujeres con la enfermedad están en edad reproductiva.

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