Gracias a un acuerdo con el Ministerio Público el diácono Francisco Javier Occi Reyes, acusado de agresión sexual a un menor de edad, señalado además por capturar a menores para que el nuncio Josef Wesolosky sostuviera relaciones con ellos, logró que le suspendieran la pena a la mitad.
No obstante ser beneficiado con esta figura que establece el Código Penal dominicano, a menos de cinco meses de salir de la cárcel, habría vuelto a cometer el mismo delito por el cual fue condenado a cinco años de prisión.
El acuerdo fue homologado por el Cuarto Tribunal Colegiado del Distrito Nacional, el 3 de abril del 2014. El religioso fue apresado el 24 de julio del 2013, al tener que cumplir dos años y seis meses en prisión y debió salir en libertad el 24 de diciembre del 2015.
El 8 de mayo, a menos de cinco meses de salir en libertad, es apresado en circunstancias muy parecidas a la anterior. Lo apresa un agente de la seguridad turística, por supuestamente seducir a un menor para que sostuviera relaciones sexuales con él.
Pese a que la responsabilidad penal del imputado quedó establecida, al momento de pedir el Ministerio Público que fuera declarado culpable por haber violado las disposiciones 330 del Código Penal y 396 de la Ley 136-03, del código para protección de Derechos Fundamentales de Niños, Niñas y Adolescentes, por presuntamente haber tocado en su parte íntima al joven, aprovechándose de que éste estaba solo, sugirió la pena.
El tribunal no puede establecer una pena superior a la que solicita el órgano acusador, señalaron los jueces en la sentencia.
Al violar una de las condiciones del acuerdo, que era no volver a cometer una infracción, a Occi Reyes le podrá ser revocada la suspensión y cumplir el tiempo que le restaba.
El destituido diácono guarda prisión por la nueva acusación en la cárcel de La Victoria. El próximo tres de agosto deberá presentarse a la Fiscalía para fines de interrogatorio y el día ocho al Sexto Juzgado de la Instrucción, para la revisión obligatoria de la medida de coerción.