Diagnóstico de autismo en adultos, entender su impacto

Diagnóstico de autismo en adultos, entender su impacto

El autismo es una condición que debe ser diagnosticada cuanto antes. Sin embargo, al día de hoy persisten diagnósticos tardíos, una realidad que compromete el desarrollo de la persona y el desenvolvimiento familiar.

Y aunque la mayoría de las personas con el Trastorno del Espectro Autista (TEA) reciben su diagnóstico en la niñez, la joven a la que vamos a llamar Laura, no corrió con esa suerte. Ella recibió la noticia de que tiene la condición de autismo al salir de la adolescencia, una de las etapas más difíciles para las personas, pero mucho más para las personas con TEA.

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La madre de Laura, a la cual llamaremos María (la familia prefiere no identificarse, por el momento), cuenta que para ellos como familia es difícil especificar un tiempo preciso en el que observaron un algo distinto en su hija.

“Pues antes del diagnóstico su personalidad la veíamos como tímida, luego del diagnóstico todo hizo sentido.

Sin embargo, en la adolescencia observaron algunas señales que le generaban dudas o preocupaciones. Y es que según explica la madre, en la adolescencia se hicieron más marcadas situaciones como la timidez. “Por el hecho de que tenía intereses diferentes a sus compañeras de colegio y primas. Pero acudí a un centro que nos recomendó una profesora porque pensé que el diagnóstico sería de altas capacidades. Condición que en RD es casi nula su investigación”, dice.

Laura tuvo una situación que sus padres consideraron que era problemas de adaptación escolar, “pues pasó de un colegio pequeño (prescolar) a un colegio grande y fue nuestro inicio de búsqueda de diagnósticos y terapias desde que ella tenía 8 años; sin embargo, su capacidad cognitiva nunca estuvo en duda, por ello a los profesionales tratantes parece que no le aplicaron el o los test para la condición de TEA. Esa es mi percepción”, asegura la madre.

A los 17 años de Laura, sus padres reciben el verdadero diagnóstico, pero a ella lo revelaron meses después. Su madre, dice lo recibió con tranquilidad.

“Creo que no tuve etapa de negación ni de duelo, aunque personas cercanas se negaban más que yo al diagnóstico. Iniciamos a informarnos y educarnos como padres”, expresó.

De este proceso lo que la madre lamenta es no haber tenido el diagnóstico antes, “siempre hemos amado profundamente a nuestra hija, siempre la hemos cuidado, a veces de más, lo admito. Pero luego del diagnóstico somos más comprensivos, empáticos y compasivos respecto a ella”, asegura. Agrega que han aprendido a valorar y potenciar sus habilidades y fortalezas. Finalmente, la madre le pide a los padres, a las escuelas y colegios enseñarles a sus hijos la nobleza y amor por los demás, aceptando e incluyendo en su vida a las personas neurodivergentes que tengan a su alrededor.

Lily Luciano

Lily Luciano

Periodista con experiencia en coberturas de radio, televisión y prensa escrita. Inició su carrera cubriendo eventos políticos y sociales. Desde hace 18 años, se desempeña como periodista en el periódico Hoy.