Diagnóstico y tratamiento

Diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico de la miocardiopatía periparto es en ocasiones complicado por la inespecificidad y sutileza de los síntomas al principio. No existe un criterio clínico específico que sea patognomónico (propio) de esta entidad.
Su diagnóstico se basa en una alta sospecha clínica, en conjunto con el tiempo de aparición de los síntomas (final del embarazo o cinco meses después el parto) que luego se deben corroborar con estudios paraclínicos, como radiografías de tórax, electrocardiograma y un ecocardiograma que es básico y piedra angular para sustentar el diagnóstico.
Sin los datos ecocardiográficos de una fracción de eyección menor de 45 % y una fracción de acortamiento menor de 30 %, más dilatación del ventrículo izquierdo, mayor de 2.7 cms/m2 de superficie corporal, no puede sustentarse el diagnóstico.
La clave para realizar el diagnóstico es estar siempre a la expectativa ante cualquier síntoma sospechoso, para iniciar los estudios de lugar.
Una vez hecho el diagnóstico. se implementa en tratamiento, que en el caso de que la mujer esté desembarazada no difiere del tratamiento instaurado para una insuficiencia cardiaca de otra naturaleza.
El problema se plantea cuando la enfermedad se presenta durante el embarazo, pues algunos de los fármacos usados están contraindicados por poner en riesgo la salud del feto.
En sentido general existe un tratamiento no farmacológico y un tratamiento farmacológico.

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