NUEVA YORK. AFP. – Vilipendiada por la gran prensa neoyorquina y en riesgo de perder su trabajo, Nafissatou Diallo, la empleada de hotel que acusó a Dominique Strauss-Kahn de agresión sexual, se enfrenta ahora a un futuro muy incierto.

En tres meses, esta guineana del Bronx pasó del anonimato a la fama mundial. Su vida privada y sus mentiras fueron plasmadas  por los fiscales que decidieron retirar todos los cargos contra el ex jefe del FMI. ¿Será ella procesada o incluso expulsada de Estados Unidos por haber mentido en su solicitud de asilo en 2004? ¿Está en riesgo de ser procesada por mentir bajo juramento? ¿Será demandada civilmente por Dominique Strauss-Kahn como los abogados del ex jefe del FMI no han descartado? «Nafissatou Diallo está todavía en shock», dijo su abogado Douglas Widgor .

«Pero está decidida a continuar (la acción civil) para mostrar al mundo entero que fue agredida por  Strauss-Kahn». El miércoles, Widgor había «denunciado las tácticas intimidatorias» de los defensores de Strauss-Kahn, diciendo que ellos no tenían ninguna base para iniciar una acción civil contra la limpiadora, cuyas múltiples mentiras llevaron a la desestimación de los cargos. Hasta el 14 de mayo, Diallo, de 32 años, que cría sola a una hija de 15 años, era considerada una empleada modelo en el Sofitel de New York, donde trabajaba desde hacía más de tres años.