Dialogo con Alejandro  Paniagua
“El periodismo se ha
convertido en un relajo”

Dialogo con Alejandro  Paniagua<BR>“El periodismo se ha <BR>convertido en un relajo”

De inicio, sin entrar en un análisis profundo, Alejandro Paniagua toca una fibra sensible de la profesión que ejerció durante 45 de los 71 años que tiene.  “El periodismo se ha convertido en un relajo”. Llegar a esa conclusión no es tan difícil para este hombre, ya jubilado,  quien fue testigo ocular de violentos acontecimientos que casi le costaron la vida.  

“Ciertamente, en la época en que comencé a ejercer el periodismo, siendo joven, hacíamos cosas tremendas. Era un periodismo de entrega total, de arrojo absoluto, de verdadera vocación, un periodismo sin horario de trabajo, sin pensar en salarios. Salíamos a hacer cosas nuevas para tratar de servir a  los mejores intereses del país. Fuimos quienes dimos la cara, sin importar las consecuencias”.

Ese ejercicio periodístico cotidiano, que Paniagua califica como relajo “uno no lo observa en periódicos extranjeros. El periodismo en nuestro país se ha relajado. Eso no tiene punto de comparación. Nunca pensé que la situación iba a llegar estos extremos”.

Paniagua forma parte de un grupo de periodistas que iniciaron su carretera en la década de los años 60, después del ajusticiamiento del tirano Rafael L. Trujillo.  La mayoría eran estudiantes universitarios con ideas  revolucionarias y renovadoras.

“Casi todos éramos estudiantes de la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Teníamos una visión diferente de hacer periodismo, diferente al que se hace ahora. No pensábamos en obtener riquezas, ni en acumular grandes cantidades de dinero, ni de hacer negocios con la profesión.  Todos entregábamos el alma para hacer un periodismo puro, honesto, sincero, apegado a los principios éticos y morales. Ahora las cosas son diferentes”.

Todo cambia.  El veterano periodista, quien desempeñó distintas posiciones en los medios de comunicación,  incluida la dirección del desaparecido periódico El Siglo, afirma que si bien es cierto que el ejercicio periodístico actual “se ha relajado, ha fracasado”, no es culpa exclusiva de los periodistas. Hay otros factores que intervienen en ese acelerado proceso de degeneración profesional.

“Una de las fallas del ejercicio periodístico en nuestro país, entiendo yo,  es que los periodistas ganan cheles en los periódicos. Los salarios que reciben los reporteros en todos los medios de comunicación constituyen  una  vergüenza. Por eso se critica tanto que un periodista  se haga millonario de la noche a la mañana. Muchos han optado por acumular grandes riquezas y bienes materiales.   Nunca, jamás ninguno de nosotros  abrigamos la idea de que íbamos a ser millonarios ejerciendo esta profesión”.

Otra causa probable es, según Paniagua, que actualmente  hay  empresarios, hombres de negocios, que han invertido  millones de pesos en las empresas periodísticas, llámese periódicos, canales de televisión, emisoras de radio y periódicos digitales.

“A diferencia de cuando  mi época, ahora nadie se atreve a escribir algo en contra de los grupos económicos que son dueños de los medios de comunicación, porque los dueños están por encima de los directores y  ejecutivos periodísticos. Eso implica  que los periodistas de ahora no tienen la oportunidad de hacer sentir su opinión, de imponer su criterio, de hacerse sentir en los periódicos, en los medios donde laboran”.

Paniagua es concluyente cuando compara el trabajo de dos generaciones: “En el caso de nosotros, en los primeros años de ejercicio, era completamente diferente, por lo que dije antes; Quizás por esa razón muchos jóvenes periodistas de esta generación han optado por la vía más fácil y se hacen ricos sin ningún tipo de remordimiento. Imponen el  “esto vale tanto”, sin importar la credibilidad ante la opinión”.

Visualiza el futuro inmediato de los periodistas en ejercicio y concluye que, en sentido general “el periodismo en este país ha fracasado”. Obviamente, hace excepciones. Reconoce que no están todos metidos en la misma bolsa. “Todavía hay buenos periodistas, gente honesta que ejerce con decencia la profesión”.

Paniagua enfoque el tema de los “enganchados” al oficio y habla con soltura. Se pregunta a cuántos periodistas se le puede exigir que haga un reportaje de profundidad, una buena crónica periodista, salpicada de ambiente,  una semblanza a un dirigente político, o el perfil de un profesional sobresaliente de la sociedad dominicana.

“Creo que para mejorar el ejercicio de esta profesión es necesario hacer una auténtica revolución en los medios de comunicación, comenzando con la mejoría de los bajos salarios y superar el problema de la influencia que tienen los dueños sobre los ejecutivos de los medios de comunicación”.

Anécdotas.  *El mismo día que iba a ingresar a trabajar en el desaparecido periódico La Nación, se produjo el cierre del diario.

*Cuando ingresó a laborar al Listín Diario, donde laboró durante 24 años, su primer salario lo recibió de los bolsillos de Don  Rafael Herrera.

*Pasó un gran susto junto a Aleyda Fernández. Estando ambos cubriendo un incidente frente al Palacio de Justicia, un agente policial, nervioso, los encañonó, “a boca de jarro”.  Se quedó estático. Sudó frío.  Los instantes de espera,  fracciones de segundos, parecieron una eternidad. Finalmente, el policía se arrepintió.

*Estuvo a punto de morir, junto a K-bito Gautreaux y  Silvio Herasme Peña, en la explosión del Polvorín del Ejército Nacional en Villa Mella, el 11 de julio de 1964. El estallido  sacudió a toda la ciudad.

*Cuando se produjo el golpe de Estado en 1963, Rafael Herrera abandonó la dirección del Listín Diario y se quedó en su hogar durante varios días. Para sorpresa de todos, cuando regresó al diario, Rafael Herrera asumió una posición editorial en contra del triunvirato.

Experiencia profesional.  Paniagua ejerció durante 45 años.  Alcanzó notoriedad en las transmisiones en vivo, en “la noticia viva desde el lugar de los hechos”. En ocasiones los horarios se extendían hasta la madrugada. Pero no importaba. Esa generación de periodistas tenía la fiebre en los cañones.

El experimentado periodista compartió los peligros del oficio con distintos compañeros, entre los que cita   a  don Rafael Herrera,  Juan José Ayuso, Silvio Herasme Peña, Virgilio Alcántara,  Luis Reyes Acosta, Aleyda Fernández,  K-bito Gautreaux Piñeyro, Eulalio Almonte Rubiera y Radhamés Gómez Pepín.

Durante 24 años trabajó en el Listín Diario. La mayor parte del tiempo como editor internacional. Fue el autor de la columna “Al Filo de la Noticia”.

Se desempeñó como director de prensa de Telesistema, Canal 11; trabajó durante tres meses en el The Miami Herald.

Entre 1989-95 laboró en El Siglo, donde llegó a ocupar la dirección del diario. Su último empleo fue en la dirección de relaciones públicas del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP), de donde salió pensionado.

El personaje

Noticia viva

Durante sus años de ejercio, en el inicio de su carrera, Alejandro Paniagua trabajó en Radio Cristal. Transmitía desde la calle, en vivo y directo. Alcanzò notoriedad en “la noticia viva, desde el lugar de los hechos”.

Su trabajo en el Listín Diario le dio prestigio. Fue durante muchos años editor internacional y realizaba entrevistas y trabajos periodísticos.

Durante su estadía de 24 años en ese matutino escribió su columna “Al Filo de la Noticia”.

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