Politólogo
El proceso electoral que culmina este domingo con la selección de 4,036 puestos distribuidos en el Congreso Nacional y los cabildos se caracterizó por la ausencia de debates entre los candidatos, por la pobreza de un discurso reducido a simples frases silábicas, y por el inicio de un proceso de cambio que sepultaría el clientelismo y el  excesivo costo de las campañas electorales.

Belarminio Ramírez, el politólogo que hace tales planteamientos, lamenta que los candidatos minimizaran las propuestas, y en cambio utilizaran expresiones que no propician la criticidad ni fortalecen la democracia.

“Dale pa´llá que el cambio va” y “Siempre pa´lante, nunca pa´tras”, son los eslogans usados por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), respectivamente.

Esos mensajes, acuñados por publicistas  y no por politólogos, intentaban adaptar el discurso político al lenguaje de la calle, a los códigos  de los jóvenes, afirma el experto al destacar que eso es negativo porque una campaña electoral debe utilizarse también para elevar el nivel de conocimiento de los ciudadanos.

“En esta campaña le dieron más participación a los publicistas, porque ante el desarrollo de los medios de comunicación y  la desconexión ideológica de los partidos, ahora se toman más en cuenta los símbolos  que utiliza la ciudadanía para comunicarse”.

Porque las organizaciones políticas, que antes eran las rectoras del pensamiento,  ahora tratan de sintonizar más con las ideas de la colectividad,  y aunque electoralmente  da resultado, la democracia pierde calidad, afirmó.

Nuevo liderazgo.  Ramírez está convencido de que los retos que impone la aplicación de la nueva Constitución no les dejarán espacio,  específicamente a los legisladores, para dedicarse a la versión más burda de la política criolla: el clientelismo.

Porque según él llegarán a sus curules con una agenda pre establecida y  tendrán que demostrar capacidad para elaborar decenas de leyes.

“Todo eso se va a debatir y se va a rearmar el nuevo concepto de la política, eso se va a llevar a la tumba a más de la mitad del liderazgo político  porque no está en condiciones de opinar sobre esos temas”.

En ese sentido, se le preguntó si esa coyuntura también sepultará el  uso de los recursos del Estado en las campañas,  a lo que respondió que esas denuncias son comunes, y que lamentablemente  el partido que las hace se le atribuye lo mismo cuando está en el poder.

Con relación a ese tipo de críticas, de la que no escapa el Gobierno del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), dijo que se quedan entre los intelectuales y los medios de comunicación.

Cuando las ideologías sucumbieron a la gente dejó de importarle  lo que pensaran  los políticos,  en cambio,  desean  que  les solucionen sus problemas, manifestó.

Con relación al  costo de las campañas  planteó que los partidos están obligados a regularlas,  porque los candidatos no resisten tanto gasto. A partir de la agenda que trazan  los medios de comunicación y  las redes sociales, a los políticos no  les quedará más remedio que apostar por la calidad de su discurso para tener éxito. Sobre ese aspecto  citó la circunscripción número uno del Distrito Nacional, donde  los candidatos  más capaces  necesitan menos dinero para ganar.