Dialogo con Carlos Ascuasiati. Economista
“Todavía creo en el marxismo”

Dialogo con Carlos Ascuasiati. Economista<BR>“Todavía creo en el marxismo”

La sonrisa y la amabilidad son las mismos de siempre, al igual que las convicciones que  han sustentado su accionar profesional, político y personal a lo largo de sus 76 años.

Algo desconocido para las generaciones de periodistas y economistas más jóvenes, pero una referencia importante para los más veteranos, Carlos Ascuasiati es una referencia importante para quienes han seguido el devenir de la economía dominicana en las últimas décadas.

Técnico importante en la Oficina Nacional de Planificación, profesor universitario, militante de izquierda y maestro de todo el que quisiera aprender algo de economía y planificación, Ascuasiati se muestra dispuesto a compartir con Economía y Negocios de Hoy algunas de sus experiencias en las lides económicas y políticas   dominicanas.

Este ingeniero, hijo de ingeniero, capitaleño de San Carlos, se interesó en la economía cuando, recién graduado, comenzó a trabajar en la sección de Caminos y Carreteras de la Secretaría de Obras Públicas.

“Allí me hice miembro de la Asociación de Planificación y entendí que la economía era más humana que la ingeniería”. Era el 1962, época en que la Alianza para el Progreso, que preconizaba el presidente John Kennedy, le exigía al Gobierno disponer de una oficina de Planificación.

Ascuasiati explica que entendió que debía entrar a trabajar en esa oficina, que en esos comienzos estaba integrada por “una élite de buenos y exitosos profesionales”, como Orlando Haza, Juan José Cruz Segura, Guillermo Santoni, Sosa Boudré y Periche Vidal. “Me di cuenta que no tenía formación para estar ahí, así que me fui con toda la familia, incluyendo el servicio doméstico, para Chile”.

Allí fue al Curso Básico de Santiago, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, que dirigía Mayobre, y que contaba con profesores tan destacados como Carlos Matus (quien era un magnífico profesor y  posteriormente fue asesor del PRD en el país), y Gonzalo Marner, entre otros. 

Al terminar su formación en Chile, retornó al país y a su puesto en ONAPLAN, entonces una dependencia del Secretariado Técnico de la Presidencia, donde llegó a ser subdirector técnico. Allí estuvo hasta que fue despedido por Fonchi  Lockward, quien había sustituido al frente del organismo a Julio César Estrella.

Los aportes.  El primer Diagnóstico de la Economía Dominicana, elaborado por el equipo pionero en ONAPLAN, con gran participación de los socialcristianos William (Guillermo) Caram y Guillermo Santoni, y llamado “El libro verde”, es considerado de gran importancia por Ascuasiati, sobre todo porque es un diagnóstico global y sirve como punto de referencia.

Luego, ya en el Gobierno de Joaquín Balaguer, comenzó a elaborarse el Plan de Inversiones Públicas. Era una publicación que tenía mucho peso, y en el que participaban asesores de la CEPAL, logrando  una mayor corrección y profundidad. Este informe continuó haciéndose después de su salida, principalmente con Caram y Ramón Pérez Minaya. A petición del propio Balaguer, quien discutió personalmente con Ascuasiati y otros técnicos de Onaplan sus puntos básicos, fue elaborada la Estrategia General de Desarrollo y el Plan de Desarrollo 1970-1974. Eran documentos  tomados como puntos de referencia, “pero a los que no se hacía mucho caso”, a pesar de que eran pedidos por el Gobierno. Desde el 1969, y a la par con su trabajo en Onaplan, Ascuasiati comenzó a impartir docencia en la Escuela de Economía de la UASD, donde pasó momentos muy buenos y muy malos, incluyendo el intento de expulsión por parte de grupos de la “izquierda mala”.

Avances.  Ascuasiati entiende que el país ha avanzado mucho, sobre todo en cultura y deporte. Entiende que es digno de alabar el hecho de que el Gobierno haya logrado mantener la estabilidad cambiaria y de precio, a pesar del entorno de crisis internacional.

Aunque esa estabilidad esté basada en préstamos, lo considera asombroso, y no se alarma por el déficit fiscal del Gobierno, señalando que todos los gobiernos del mundo viven con déficits, incluyendo el de Estados Unidos, y algunos  deben el 140% de su PIB. “Aunque me considero marxista,  como cepalino reivindico el déficit público como elemento compensador”.

 Se queja, sin embargo, de lo que denomina “canibalismo político”, caracterizado por las críticas ácidas al Gobierno, sin reconocerle ningún mérito. Reconoce, empero, que algunos de estos comentarios críticos suelen ser muy certeros “como los que escribe Hamlet Hermann”, especialmente cuando se refiere al Metro.

Elogia también los artículos de Rolando Reyes, en su columna “En la Diana”, los que considera cátedras de política económica para estudiantes, profesionales y empleados, si se toman desde el principio. Ahora, si solo se leen los del actual período de Gobierno, se convierten en un documento político muy polémico. En este caso es importante que por primera vez el Banco Central permite que uno de sus funcionarios emita su opinión públicamente”.

Observa algunos avances sociales, aunque se muestra preocupado porque a estas alturas persista la represión policial, así como el auge de la delincuencia. En cuanto al problema de las drogas, entiende que la sociedad debe defenderse de ese flagelo, y en ese sentido se muestra partidario de la liberalización de su consumo. “Por lo menos en eso coincido con Freeman y los neoliberales”, ya que las restricciones y escasez alientan al mercado.

Gustos  sencillos

Se identifica como un hombre de gustos sencillos, quien prefiere la comida criolla, especialmente el mangú y los pasteles en hoja y, naturalmente, la “bandera”. No gusta mucho de los deportes, aunque los éxitos de los peloteros criollos le han vuelto lector de las secciones deportivas´. En cuanto a la música, prefiere a los clásicos.

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Siempre en la izquierda

Carlos Ascuasiati comenzó su andadura política en 1962, luego de la muerte de Trujillo. Siempre ha militado en el mismo partido, que primero se llamó Partido Socialista Popular (PSP), y luego de la guerra de 1965, cambió su nombre a Partido Comunista Dominicano. Siempre estuvo en el Comité Central. Pasó, junto a un grupo de compañeros del PCD a integrar la Fuerza de la Revolución, hasta la reciente división, ya que consideró una locura la expulsión de Narciso Isa Conde. Cuando estalló la guerra patria de 1965, tomó el fusil y se integró al comando “Taller de la Revolución”, situado en la Palo Hincado esquina Arzobispo Portes, en el que había dos directores, uno nombrado por el 14 de Junio, y él, por el PSP. Eran asesorados por Hamlet Hermann, con quien desde entonces le une una gran amistad, y a quien considera un hermano.  Se proclama un fiel convencido de las teorías marxistas para el desarrollo de países subdesarrollados como la República Dominicana.

Hace unos días le fue propuesta la apertura de una escuela de formación para cuadros por parte de un grupo de partidos de izquierda y “es muy probable que acepte”. Entiende que en los actuales momentos hay una tendencia  de América Latina de caminar hacia la izquierda, y cita los ejemplos de Lula, Evo Morales y Hugo Chávez, lo que ha desesperado a los Estados Unidos, que por ello actuaron en Honduras.

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Vida familiar

Carlos Ascuasiati, quien está afectado de “parkisonismo,  que no de Parkison” está casado desde hace once años  con la contadora Isabel Domínguez de Ascuasiati. Tiene tres hijos, Patricia, bailarina y coreógrafa; Carlos Julio, ingeniero industrial, experto en energía eléctrica, quien trabaja en Cap Cana, y Alejandro, quien es arquitecto y labora, junto a su esposa, en la Universidad Católica Madre y Maestra. Entre los tres le han dado seis nietos, cuatro de ellos varones y dos niñas.

El protagonista

Carlos Ascuasiati

Economista e ingeniero

Ex subdirector de la Oficina Nacional de Planificación.

Profesor jubilado de la escuela de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.

Nació en Santo Domingo, el 11 de enero de 1934, hijo del ingeniero Carlos Ascuasiati y la señora Manuela Álvarez

Estudió el bachillerato en la escuela normal Presidente Trujillo, hoy Juan Pablo Duarte, e ingeniería en la Universidad de Santo Domingo

Posteriormente viajó a Chile, donde se formó en Economía en el Curso Básico de Santiago, del PNUD.

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