Juan José Ayuso, sin asomo de sarcasmo: El ejercicio periodístico de hoy lo voy a definir con un término moderno: free light, ligero, superficial, un periodismo de sociales.
Con su habitual paciencia y hablar pausado, el autor de Estilo Urgente, apuntala: Esta gente de ahora, en su mayoría, hace un periodismo light, ligero, un periodismo con mucho saco y corbata, zapatos Valery y ropa Armani. Sin inmutarse, Ayuso agrega que el ejercicio periodístico de su época, de su generación, era completamente diferente al de ahora.
Cuando ejercimos el oficio, no había complacencia, era una cuestión de lucha, de denuncia, era una cuestión de poner el periodismo a trabajar con la causa buena del bienestar del país. Esa es la diferencia.
Ayuso es periodista, columnista, investigador, poeta, autodidacta, historiador, autor de varias publicaciones y ensayos. Parte de su experiencia en el ejercicio periodístico ha sido en la prensa escrita, de modo que tiene suficiente sapiencia para opinar sobre degradación o degeneración de la profesión que ha ejercido con dignidad durante casi cinco décadas.
Es un maestro calificado que puede enseñar mucho, especialmente de la prensa escrita. Sus trabajos perduran eternamente. Su experiencia de reportero, ejecutivo periodístico y columnista de los principales diarios del país, le permite detectar en cualquier texto periodístico la complejidad gramatical.
Su ejercicio profesional ha sido intenso, agudo, profundo, apasionado si se quiere. Desde 1961, cuando se inició como reportero y escogió abrazar las causas que identifican a las mayorías de la sociedad que, según Juan José Ayuso, se desgració en el preciso momento en que los norteamericanos invadieron a la República Dominicana en abril de 1965, para abortar la revolución democrática.
A partir de ese acontecimiento histórico, comenta el poeta y escritor, la sociedad dominicana cambió. Actualmente es una sociedad de consumo, light, donde la gente necesita mucho dinero para consumir. Esa realidad tiene atrapados a muchos periodistas en ejercicio que no tienen formación y olvidaron, o no les importa, ejercer el oficio con honestidad, honradez y consagración.
Tú no puedes conformarte con ser un periodista de dijo, agregó, señaló, apuntó. La formación se adquiere con los años, preparándote. Tú no puedes permitir que tu mejoría, la de tus hijos, de tu familia, te convierta en un autómata.
Ayuso refiere una realidad que se repite a diario en los medios de comunicación: Aquí hay jóvenes que tienen diez, quince años que egresaron de la universidad y hoy están, en materia de formación cultural, y en esa materia están más atrasados que hace quince años, cuando terminaron la carrera. En algunos casos los candidatos tienen tres títulos universitarios, pero no saben redactar o estructurar una nota periodística y cometen errores gramaticales garrafales.
Lo cierto es que cada oficio tiene una cultura, y el periodismo no es una excepción. Ayuso repite con frecuencia una frase de su entrañable amigo y colega: Como dice el maestro Radhamés Gómez Pepín, la redacción es la mejor escuela de un periodista.
Cuando enfoca la temática de los periodistas que hacen un trabajo político encubierto, a cambio de jugosas sumas de dinero, Juan José Ayuso reconoce que eso le hace todo el daño al ejercicio periodístico, porque la limitación de la formación periodística, el adocenamiento, el sesgo que te estriñe la idea, te estriñe la cabeza. Estos periodistas se convierten en lo que dice un político, nada más.
Esa práctica te denigra como periodista, te denigra tu libertad de pensar, te denigra tu capacidad, te denigra la forma de servir a tu comunidad a través de una crónica limpia, objetiva, imparcial, es decir, te denigra como profesional del periodismo. Yo creo en estas cosas.
Génesis de la degeneración. Ayuso entiende que todo ha degenerado en la República Dominicana después de la invasión estadounidense en 1965 para aplastar la revolución constitucionalista.
Este país se desgració desde entonces. Se programó la puertorricanización de nuestro país, y hasta en el lenguaje tú puedes comprobar que nos abortaron nuestra revolución democrática.
Se frustró la revolución y de ahí en adelante programaron todo lo que ha ocurrido en este país. Convirtieron este país, libre y soberano, en una caricatura de libertad, de soberanía y de independencia.
Yo tengo esperanza. No se puede vivir sin esperanza. Pero nos espera un gran sufrimiento, porque toda la sociedad se ha corrompido. No es sólo el periodismo, la medicina, la ingeniería, el derecho, la arquitectura. No, no. Lo estamos viendo en la Policía Nacional, en las Fuerzas Armadas, lo estás viendo en el funcionariado.
Entra al terreno político. Refiere que el partido de Gobierno, cuando estaba en la oposición, publicó varias ediciones impresas, (álbumes de la corrupción), denunciando situaciones de supuesta corrupción que involucraban la pérdida de sumas de 50,000 hasta 300,000 mil pesos.
Ahora es diferente. Uno escucha a cualquiera decir: Ah, fulanito, a ese no lo meten preso por 100 millones de pesos. ¿Dónde es que estamos? ¿Dónde es que vivimos? ¿En qué hemos convertido a nuestro país? ¿Qué le estamos dejando a nuestros hijos, a nuestros nietos.
Antecedentes
Largo ejercicio
Juan José Ayuso, autor de la columna El Día, que se publica en El Nacional, comenzó a ejercer el oficio periodístico en el año 1961. Ha laborado en los diarios Última Hora, Listín Diario y El Caribe. En 1965 fue director de Prensa del Gobierno Constitucionalista que presidió el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó. Ocupó ese puesto en el Gobierno provisional de Héctor García Godoy hasta 1966. Autor de 13 libros y tres terminados en fase de publicación, Ayuso ha sido tutor de estudiantes, ha laborado en universidades privadas, conferencista de historia, literatura y ética profesional del periodismo; asesor, consultor en historia, derechos y deberes constitucionales, gramática y estilo, literatura, cultura dominicana y comunicación.
Nacido en el año 1940 en La Vega, Juan José Ayuso ganó en 1992 la primera mención de honor del concurso acerca de la identidad latina, de Unión Latina, con su ensayo Pasajeros en Tránsito. En 1994 ganó el premio a la Excelencia Periodística, de la Fundación Pellerano Alfau, en la categoría Columnista.