Para lograr una agricultura y una vida rural positivas, tandríamos que fortalecer los sistemas de investigación, formación de recursos humanos, transferencias y adopción de tecnologías y el sistema de desarrollo institucional que facilite el clima del negocio agrícola.

Eso hay que sustentarlo en  que la actividad sea sostenible y transformadora de la calidad de vida del productor y de los demás habitantes de la comunidad rural.

Producir en el campo dominicano en las condiciones actuales, es difícil, sostiene el ingeniero Juan José Espinal, director ejecutivo del Centro  para el Desarrollo Agropecuario y Forestal (CEDAF) y ex-subsecretario de Planificación de  Agricultura. 

Explica que el reto que tiene el productor en estos tiempos para producir con eficiencia y calidad está asociado a varios factores:

-Lo primero que  a nivel de la empresa debe suplir un cambio relevante, que es la organización empresarial como tal. La actividad agropecuaria tiene que consolidar más una estrategia de gerencia de tipo empresarial que pueda operar con parámetros de eficiencia y estabilidad que hagan a la actividad agropecuaria un negocio adecuado, rentable y próspero, y que la prosperidad de esa actividad sea la base de estímulo para que la inversión agropecuaria se haga.

-Debe haber una visión de tecnología de punta. La agricultura no puede operar si no hace inversión y que le lleve a operar en condiciones de tecnología avanzada de última generación, es decir, producir con inocuidad, calidad y  competitividad para  que pueda entrar a los mercados en los tiempos adecuados.

-Promover que la micro y la pequeña propiedad puedan crecer. Hay que estimular las unidades de producción pequeñas para que puedan expandirse hacia unidades más eficientes de producción en donde puedan hacer las inversiones que hagan esas actividades competitivas.

Otros cambios

La selección de los cultivos. La diversificación agrícola que ya existe en el país permite que los productores puedan reorientar sus unidades productivas  hacia cultivos más apropiados, a los tamaños y a las posibilidades de inversión que tenga cada productor.

También es importante hacer énfasis en desmontar las barreras  institucionales que tiene la actividad agropecuaria, para que no se conviertan en trabas y afecten la actividad agrícola como tal.

Además en  las unidades productivas del país es necesario que haya un mayor esfuerzo por la formación de los recursos humanos. No podemos ir a una agricultura eficiente y competitiva con recursos humanos (trabajadores, jefes de fincas, productores y técnicos) que no estén formados. Con eso es posible lograr  enormes ahorros y mejoría en los de costos de productividad.  Otro énfasis importante es el de la calidad del material de siembra. Es fundamental  la calidad del material genético que se utilice en la producción.

Espinal, un técnico de la agropecuaria de larga data, dice que en  la agricultura es de gran importancia mejorar los sistemas de riego. Hay que aumentar la disponibilidad de agua, por un lado para la mayor cantidad de fincas que sea posible llevarle ese líquido y más eficiencia en el uso del agua disponible, por tratarse de un recurso escaso cada día con mayores limitaciones.

El crédito

El financiamiento es fundamental en la actividad agropecuaria. No es posible una agricultura de alta tecnología o de tecnología eficiente que transforme las unidades productivas, que logre acceso a agua; si esa agricultura no lleva consigo una posibilidad de obtener los recursos financieros para materializar eso.    Los esfuerzos por hacer el crédito accesible al productor y en la medida de lo posible a costo competitivo, es una de las tareas importantes que hay que llevar adelante en el agro.

Inversión

La agricultura tiene la necesidad de un mayor nivel de inversión pública en las infraestructuras municipales, pero en el área rural es necesario un aumento en las  inversiones en carreteras, caminos, sistemas de agua potable para mas casas de los productores,  disponibilidad y acceso a servicios de salud.   Esas cosas del entorno productivo  deben tener cambios de importancia para mejorar esa calidad.

Sostenibilidad

Un  cambio importante que debe ir sucediendo con el tiempo es incorporar a la visión de la actividad productiva  el concepto de sostenibilidad, afirma Espinal. La actividad agropecuaria hay que pensarla para lograr resultados hoy y también mañana. La actividad productiva en el sector rural tiene que ser visualizada con tecnología y práctica que garanticen la sostenibilidad de la empresa agrícola; si no hay sostenibilidad,  en el futuro la capacidad productiva se va a agotar y también la posibilidad de hacer negocios rentables. La importancia de que la actividad agropecuaria ocurra en un ambiente de sostenibilidad es  fundamental para lograr eficiencia hoy y también de cara al futuro. La transformación del mundo rural también hay que verla en una perspectiva de que la actividad agropecuaria es tan importante, como cualquier otra en la sociedad dominicana, y por tanto requiere cambios en términos de lograr eficiencia en lo que es el conjunto de la vida rural. No es posible tener una actividad agropecuaria pujante, que sea deficiente, que ofrezca seguridad y confianza, si no ocurre en un ambiente de reglas claras, estables y que estimulen la producción nacional. Es importante que en una economía abierta en el país que ha arribado a múltiples acuerdos  bilaterales que están sometidos a una serie de condicionalidades para el comercio, la actividad agropecuaria que opere en ese mercado abierto tenga la posibilidad de funcionar  con reglas de comercio, de políticas públicas que sean estables en el tiempo y  favorables a la producción local.

Seguridad

Producir agricultura en cualquier parte del mundo es una actividad difícil, pero en un ambiente de permanentes cambios, lo hace todavía más difícil. Los diseños de políticas públicas tienen que considerar que no sólo tenemos que producir una agricultura buena y de calidad, sino también una agricultura que  aproveche las oportunidades de negocio que tenemos y sea una producción que ofrezca al país la posibilidad oportuna de estabilidad en la seguridad alimentaría y una creciente soberanía alimentaría. Hay que fortalecer la actividad agrícola para hacerla atractiva y que nuevas generaciones entren a ella. Es necesario apoyar una generación  de relevo a nivel de técnicos y productores agropecuarios, no sólo para garantizar el proceso productivo, si no que lo hagan con una visión más apropiada a un entorno de negocio competitivo.

El protagonista

Juan José Espinal

Director ejecutivo del CEDAF

Ex-subsecretario de Planificación de Agricultura. Ingeniero agrónomo de la Universidad Católica Madre y Maestra, con maestría en economía agrícola, en la Universidad de la Florida, Gainesville. Especializado en planificación estratégica y desarrollo económico; formación, seguimiento y evaluación de proyectos, políticas agrícolas y comercio, y negociaciones comerciales. Su experiencia de trabajo incluye 30 años en los ámbitos del sector público, ONG, sector privado y consultorías a nivel nacional e internacional.