Minutos después que el féretro con los restos del ex presidente Salvador Jorge Blanco saliera del Palacio Nacional, camino a su morada eterna, el presidente Leonel Fernández encabezó una conversación que atrajo la atención por su duración y por la actitud de los dialogantes.
El mandatario, después de que concluyó el ceremonial, subió junto a su esposa Margarita Cedeño al segundo nivel en que lo esperaban los diplomáticos y funcionarios, además de otras personalidades, entre ellas el presidente de la Suprema Corte de Justicia, Jorge Subero Isa.
Fernández saludó a quienes encontró a su paso pero, ya en el lobby, distinguió a Subero Isa con un abrazo efusivo, cuando éste conversaba con el ministro de la Presidencia, César Pina Toribio. Ahí comenzó una conversación que, por la sonrisa de los dialogantes, parecía amena y divertida. Fueron 22 minutos de diálogo.
El vicepresidente Rafael Alburquerque, quien acompañado de su esposa Martha conversaba a poco menos de dos metros de allí con la subdirectora de Prensa de la Presidencial, Sandra Severino y otra persona, observaba de reojo al grupo contiguo y, al parecer atraído por el diálogo ameno del Presidente y sus acompañantes, se acercó hasta formarse un quinteto.
El diálogo se hizo más participativo y luego vino un momento más formal cuando Subero Isa tomó la palabra comentó algo y luego lo hizo el Presidente.
La conversación parecía tan interesante que el mandatario se despidió tres veces de Subero Isa y volvía a conversar.
Luego, Subero Isa, a solicitud de los periodistas, confirmó lo ameno del diálogo, pero no reveló el contenido. Dijo que invitó al Presidente al Día del Poder Judicial el 7 de enero.