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Los presidentes Danilo Medina, de la República Dominicana, y Michel Martelly, de la República de Haití, han acordado retomar el diálogo para procurar un entendimiento sobre asuntos de interés común. Ambos se reunieron en Caracas, en un aparte de la II Cumbre Extraordinaria ALBA-TCP – PETROCARIBE. Caracas ya había sido sede de una reunión anterior en la que se acordó un diálogo que fracasó por un desplante de haitianos a dominicanos.
Un aspecto sobresaliente es que Medina y Martelly han invitado al Gobierno venezolano, la Unión Europea, la ONU y a Caricom a respaldar sus gestiones por elaborar una agenda común con temas de alto interés para las dos naciones, algo que ha debido hacerse desde que la República Dominicana y Haití crearon una Comisión Mixta Bilateral con esos fines y que ha avanzado muy poco en más de un decenio.
La decisión es de gran trascendencia para las relaciones de estos dos países, que se han deteriorado desde que la República Dominicana decidió fijar normas de extranjería que han disgustado a los haitianos. Como inquilinos de la isla Hispaniola, a dominicanos y haitianos les conviene fortalecer sus relaciones actuando unificados en temas de interés común. Los aspectos migratorios, ambientales y comerciales, por ejemplo, tienen gran significación en las economías de estos dos pueblos.
ATENCIÓN PARA LOS DOCENTES
El Ministerio de Educación, que solo ejecutará un 95% de su presupuesto de este año, ha anunciado que utilizará en construcción de aulas el 5% restante. Sin embargo, la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) entiende que parte de esos recursos deben ser destinados a equipamiento de escuelas y a pago de tandas pendientes e incentivo por evaluación de desempeño, así como aumento de salario para los profesores.
Hemos dicho que uno de los puntos débiles del sistema educativo lo determina las condiciones de vida de los maestros y la preparación de muchos de ellos. Si como dice la ADP, hay reivindicaciones pendientes de pago, cómo se justificaría entonces una ejecución parcial del presupuesto. Lo que se invierta en mejorar las condiciones de vida y la preparación curricular de los docentes, a la larga tendrá efectos positivos sobre la calidad de la enseñanza. Convendría valorar el planteamiento de la ADP.
