JOSÉ LOIS MALKUN
Cada día se hace mas difícil establecer un dialogo razonable sobre los temas de políticas publicas. Al Gore en su mas reciente libro The Assault on the Reason (Asalto a la Razón), describe el declive del discurso publico y analiza sus razones.
Esa dificultad se explica en cierta medida por el cinismo, la manipulación de la información, el tráfico de influencias que arropa el poder político y la desaparición gradual del debate. Todo ello dificulta el dialogo y maximiza las pasiones, conduciendo a los que manejan las políticas publicas a cometer errores tras errores.
Y me refiero al dialogo nuevamente porque en mi articulo del pasado domingo hablaba de la necesidad de que, con el afianzamiento del bipartidismo en República Dominicana, se buscaran nuevas vías para superar las graves dificultades por la que atraviesa nuestro país. Pero eso solo es posible lograrlo si esos partidos cambian su visión sobre las políticas públicas y también sus desmedidas ambiciones sobre el poder político.
Tenemos de nuevo esa oportunidad que nunca se aprovecho cuando el PRD y el PRSC dominaban el panorama político. Pero eso se explica por el predominio caudillista que prevalecía en estos partidos y en particular por la pobre visión de las políticas publicas que tenía el Doctor Joaquín Balaguer.
Pero ahora eso puede ser diferente con los nuevos líderes que dominan esos partidos y que por su relativa juventud pueden tener la paciencia necesaria y la comprensión suficiente para entender que la alternabilidad en el poder se mantendrá por mucho tiempo.
Lo que no nos salvará de la desgracia y el retroceso es continuar con el asalto a la razón. Por ejemplo, como se explica que después de que en un solo día ocurrieran hechos criminales que dejaron un saldo de seis asesinatos con decenas de heridos y cuando la delincuencia en todo el país crece exponencialmente, el Jefe de la policía declare que eso es normal. Así no vamos a ningún sitio.
O que los funcionarios del Gobierno sigan declarando que hay una campaña de descrédito contra República Dominicana en el exterior, mientras la Embajada de Canadá, país de donde procede el 20% del turismo, les advierta a sus ciudadanos sobre los peligros de asalto, criminalidad y enfermedades, como la malaria, que afectan a República Dominicana. Eso no es descrédito esa es una realidad que los dominicanos sufren a diario.
La quinta esencia del error político es seguir acusando al Gobierno pasado de que las pensiones son bajas en salud pública porque así lo quiso Hipólito Mejía. O que el problema del agua es por la desatención del pasado Gobierno, que precisamente construyó más acueducto en 4 años que ningún otro Gobierno en la historia. Peor aun es que un Gobierno viole sus propias leyes y ni se avergüence de ello. Tal es caso de las Leyes de Austeridad y la que establece los concursos públicos para la compra de bienes y obras del estado después de cierto monto. Peor aun es anunciar que la economía va viento en popa con baja inflación, alto crecimiento, reducción del desempleo y tasa de cambio estable. Eso es burlarse de la gente, agredirla y engañarla en su propia cara.
Por ese camino no vamos a ningún sitio. Y aun se diera la alternabilidad en el poder el próximo 16 de agosto, eso no garantiza que las política publicas se encausaran por un sendero diferente si se mantiene la confrontación, la retaliación y la desinformación. Se requiere de ese dialogo y se requiere (reiterando nuestro articulo anterior) de un acuerdo bipartidista para promover los grandes cambios constitucionales, institucionales, económicos y sociales que el país necesita.