Diandino ya tiene oficio

Diandino ya tiene oficio

ROSRIO ESPINAL
Nombrado Secretario de Estado sin Cartera a cargo del metro el 16 de agosto del 2004, el ingeniero Diandino Peña quedó poco después sin encargo al aplazarse la construcción del metro de Santo Domingo. La crisis económica heredada del gobierno anterior, con un endeudamiento externo agravado por los bonos soberanos, e interno por la quiebra de los bancos, hizo el proyecto del metro inoportuno en ese momento.

Ahora que el país enfrenta las consecuencias negativas del incremento sustancial en los precios del petróleo y hay urgencia en resolver los problemas del transporte masivo, reaparece el ingeniero Peña. Ha sido nombrado director de la recién creada Oficina para el Reordenamiento del Tránsito (OPRET).

Por ser constructor reconocido y cercano colaborador del presidente Leonel Fernández, puede esperarse que la magna tarea de transformar y mejorar el sistema de transporte se realice con agilidad.

Según declaraciones de prensa del ingeniero Peña (Hoy 15-9-05), la OPRET se convertirá en el organismo máximo del sector, y en un año dejarán de operar de manera independiente la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA), la Autoridad Metropolitana de Transporte Terrestre (AMET) y la Oficina Técnica de Transporte Terrestre (OTTT).

Esperemos que la reorganización institucional ocurra, porque una de las medidas importantes que debería tomar el gobierno en los distintos sectores de la administración pública (no sólo el transporte) es reducir el número de instituciones que duplican servicios o los ofrecen de manera ineficiente.

Así pues, ojalá no ocurra con la OPRET lo que casi siempre ocurre en el Estado dominicano: se promete mejoría institucional y de servicios, pero luego se aumenta el desorden administrativo y operativo por la resistencia de funcionarios y grupos de intereses a los cambios.

La combinación anunciada de trenes ligeros, elevados, subterráneos y autobuses modernos de gran capacidad para transportar pasajeros tiene sentido en una ciudad de tamaño mediano como Santo Domingo, donde la cantidad de personas que se moviliza y las distancias que recorren varían de zona en zona.

La OPRET, según declaraciones del director, conformó ya su Comisión de Etica y no se otorgarán obras “grado a grado”.  Esperemos que así sea porque para hacer eficiente el transporte debe comenzarse por hacer eficiente la institución que dirigirá su reordenamiento, otorgando proyectos a las personas y compañías que ganen concursos legítimos por ofrecer los mejores servicios al Estado a los menores precios.  Pero, ¿eliminará la OPRET realmente el grado a grado o serán esas simplemente declaraciones pasajeras?

Dotar el país de un sistema de transporte masivo ágil, seguro y accesible debe ser el objetivo principal de la reestructuración del tránsito. Esto tendría un efecto muy positivo en la población trabajadora y estudiantil al reducir el costo y tiempo de transportación. Además, contribuiría a mejorar la productividad en la economía y las condiciones ambientales.

Para que el proyecto de reordenamiento del tránsito tenga éxito hay que modificar la economía del “conchismo”. Carentes de ofertas laborales adecuadas, muchos dominicanos recurren al transporte de personas para ganarse la vida en conchos, motoconchos, voladoras y taxis. Es además una ocupación más divertida y autónoma que someterse a la regimentación y sobre-explotación del sector agrícola e industrial dominicano.

Pero el conchismo, aunque genera muchos empleos por ser de mano de obra intensiva, conlleva mayor consumo de combustibles, difícil de sostener con los precios actuales del petróleo.  Produce también mayor contaminación ambiental y hace más lento el tránsito de vehículos.

Como bien lo planteó recientemente el Presidente Fernández, los altos precios del petróleo representan una carga insoportable para el país y obligan a mejorar urgentemente el sistema de tránsito. Para tener una idea de la magnitud del gasto actual en petróleo, basta señalar que prácticamente todas las divisas que ingresan al país por concepto de remesas (alrededor de tres mil millones de dólares) se destinarán a comprar petróleo.

La magnitud de la economía del conchismo permite prever que el gobierno enfrentará resistencia al cambio de los choferes.  Pero el temor a la oposición no debe bloquear la necesaria labor de mejorar el sistema de transporte, porque varios miles de choferes no deben mantener desgastados y malhumorados a varios millones de dominicanos con un servicio ineficiente.  Al gobierno que negocie con los choferes una solución adecuada para el país, no sólo para los gremios y sus dirigentes.

Diandino ya tiene oficio aunque su juicio nunca fue formalmente concluido. Una vez más se repite la estrategia de todos los gobiernos dominicanos de esperar que los casos judiciales a funcionarios y ex-funcionarios públicos pierdan vigencia porque al pasar el tiempo surgen nuevos problemas y desafíos en la sociedad.

De todas maneras, esperemos que el funcionario pueda cumplir con el encargo de mejorar el sistema de transporte dominicano para bien de los usuarios que gastan mucho dinero, energía y tiempo en movilizarse.

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