POR AMARILIS CASTRO
El presidente de la Asociación Nacional de Empresas Remesadoras explicó que Estados Unidos sigue siendo el mayor suplidor de remesas, pero que la zona de mayor crecimiento actualmente está representada por Europa, que registra el 20% del total de envíos que llegan al país.
Freddy Ortiz atribuyó este crecimiento a que el emigrante “fresco” está viajando hacia Europa y que cada vez existen más familias enteras que viajan a los Estados Unidos, estableciéndose allí las nuevas generaciones que no dejan compromisos en el país, por lo que el mercado de las remesas provenientes de esa zona a decrecido.
Sostuvo también que el flujo de remesas al país se ha mantenido en constante crecimiento, superando las expectativas en el pasado año de un 7% a más de un 10%.
Dijo que el actual gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, ha demostrado mucho conocimiento de la necesidad de facilitar el trabajo de las remesadoras y que eso se cumpla, en vista de que esta es la segunda fuente más importante de ingresos de divisas en la República Dominicana.
No obstante, sostuvo que ciertas medidas implementadas en los Estados Unidos han acogotado a las empresas de remesas latinoamericanas ubicadas en ese territorio, como lo es el cierre de cuentas corrientes en los bancos comerciales, lo que perjudica, además de las remesadoras, a los agentes de cambios dominicanos que necesitan obligatoriamente tener una cuenta en una entidad bancaria extranjera.
Afirmó que las remesadoras dominicanas siguen dependiendo de los bancos norteamericanos y de la “interpretación errada de los estamentos que están consignados en el acto patriótico, realizado luego de los atentados del 11 de septiembre, lo que ha hecho que prácticamente se haya implementado un terrorismo fiscalizador contra las empresas de remesas con relación a los bancos, por el hecho de que se descubrió que muchos de los envíos estaban destinados a los terroristas”.
Dijo que esta medida ha traído como consecuencia que muchas empresas dominicanas de envío que operaban en los Estados Unidos hayan tenido que vender su participación mayoritaria a empresas norteamericanas, que sí encuentran cómo abrir cuentas corrientes, de manera que ya el control del dólar de remesa está en poder de empresas multinacionales extranjeras.
Planteó la necesidad de que en el país se legisle para que exista la oportunidad de que los bancos dominicanos tengan cuentas corrientes en dólares como ocurre en otros países de América Latina, lo que ayudaría en gran medida a la remesadoras dominicanas.