El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, atribuyó la caída en Siria de Bachar al Asad a la debilidad de Irán y Rusia en una conferencia de prensa después de que los insurgentes islamistas entraran en Damasco y dieran por finalizado el control del régimen.
En opinión de Biden, la caída de Al Asad es «resultado directo de los golpes que Ucrania e Israel han asestado en autodefensa, con el apoyo incansable de Estados Unidos», y de que en su mandato Washington «persiguió una política clara y de principios hacia Siria». «Eso (la caída de Asad) se debe a que Ucrania, respaldada por aliados estadounidenses, erigió un muro contra las fuerzas rusas invasoras, infligiendo daños masivos a las fuerzas rusas que dejaron a Rusia incapaz de proteger a su principal aliado en Oriente Medio», señaló Biden desde la sala Roosevelt de la Casa Blanca.