POR ALEIDA PLASENCIA
Un estudio del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), establece que la calidad del arroz de algunos productores locales no cumple con las exigencias del mercado y que existe un gran número de factorías con equipos obsoletos.

El estudio sobre el mercado del arroz en la República Dominicana, también señala que hay deficiencias en el proceso de secado de este cereal y también en los servicios de transporte del mismo.

Resalta que existe un gran número de factorías de arroz con equipos obsoletos e insuficientes, lo que resulta en la obtención de un cereal de baja calidad, o que el producto no se pueda empacar como lo demanda el consumidor.

«La falta de un sistema eficiente de información de precios y mercados, limita la capacidad de negociación de los cultivadores de arroz, pues no se les proporciona un conocimiento ágil y oportuno de las condiciones del mercado», señala.

Los productores han indicado que poseen pocos recursos financieros para la comercialización de grano y al mismo tiempo, desconocen el uso de certificado de depósitos y bonos de prenda, para financiar la comercialización de arroz, añade.

Expresa el estudio que aunque obtengan préstamos, las tasas de interés reales son muy altas en la República Dominicana, lo cual encarece el costo de almacenamiento.

No obstante, en el estudio se estableció también que la deficiencia del mercado de arroz se podría mejorar considerablemente.

Añade que el consumidor no siempre recibe el arroz en las cualidades y presentación que demanda y que, en ocasiones, se presentan períodos de escasez.

«Asimismo, los precios del arroz pudieran ser también más bajos», sostiene.

La producción de arroz en el país tiene dos etapas bien definidas: los períodos diciembre-mayo y junio-noviembre.

Al respecto, el estudio resalta que el grueso de la cosecha se obtiene en mayo y junio, mientras que los meses de mayor escasez son marzo y abril.

La producción estatal de arroz, según el estudio, provoca que un gran número de factorías, principalmente las de la Reforma Agraria, cierren sus instalaciones temporalmente cada año.

El estudio señala también que el Estado ha tratado de ejecutar una política económica que logre el ajuste de la economía dominicana para hacerla más competitiva, «logrando así una mejoría en el nivel de vida de la mayoría de la población».

«Estos ajustes incluyen la adopción de políticas basadas en los principios del mercado, reconociendo que los mercados eficientes son la mejor forma de asignar el uso de los escasos recursos con que cuenta la economía», señala.