El presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Rafael Molina Morillo, dijo ayer que el cierre de Radio Caracas Televisión, en Venezuela, fue la demostración más directa y cruel de impedir la vigencia del principio sagrado de la libertad de expresión a un pueblo.

Hubo lágrimas en los ojos de muchos periodistas y empleados de esa planta, que veían como se cumplía un mandato arbitrario, expresó en su discurso durante la ceremonia oficial de apertura de la 63 asamblea general de la SIP y al término de su período presidencial, en Miami, Estados Unidos.

Dijo que esa noche del 27 de mayo pasado fue testigo, junto a cuatro colegas, del cierre de la citada planta televisora.

Al pasar balance a su gestión de un año, dijo que en la República Dominicana observó como jueces de 18 países, la mayoría de ellos presidentes de cortes supremas de justicia, se dieron cita para apoyar su agenda contra el flagelo más grande que afecta a la prensa del continente: el matar y eliminar el mensajero.

Agregó que el programa contra la Impunidad de los crímenes contra periodistas continúo en Santo Domingo con la Conferencia hemisférica: Poder judicial, prensa e impunidad.

Se discutió como los asesinatos, amenazas y presiones contra los periodistas y contra quienes ejercen la función de impartir justicia representan un ataque directo a la sociedad y a la democracia, dijo Molina, director del periódico El Día.

La conclusión, agregó, fue repudiar enérgicamente la violencia de las libertades de prensa y de expresión, y para obstruir la administración de justicia.

Resaltó que la SIP se ha movilizado en todo el hemisferio y en donde más se necesita.

Dijo que le resulta reconfortante informar que la casa está en orden, que las reuniones han seguido una tradición de excelencia con programas que deben ser orgullo de todos y récords de asistencia.

Me ha tocado desempeñar la presidencia de la SIP en un período de grandes dificultades, pero en ambos casos he contado con la decidida ayuda de todos y cada uno de los miembros de la SIP y de su staff, apoyo éste que agradezco profundamente en este momento.

Manifestó que recibió la presidencia de la SIP hace un año de una dama, Diana Daniels, quien trabajó sin parar y que en muchos aspectos dejó delineado el camino que le tocó recorrer.

He llegado al término de mi período presidencial siendo testigo de la fortaleza que muestra la SIP en el continente y, por qué no decirlo, en frente de tantas otras organizaciones de prensa que nos respetan y ven nuestro trabajo con admiración, manifestó Molina.