POR ODALIS MEJÍA
El procurador general Francisco Domínguez Brito consideró que el clientelismo político representa un atentado serio contra el establecimiento de un Estado de derecho y es una amenaza del patrimonio público. ijo que los dirigentes políticos tratan de resolver problemas que no son de su competencia y que entonces empiezan a robar recursos del Estado para sobrevivir como políticos.

«La mezcla de pobreza y clientelismo constituyen una bomba de tiempo para la República Dominicana porque se está produciendo un círculo en nuestros barrios y las comunidades pobres donde dirigentes políticos tratan de resolver problemas que no son de su competencia. Una serie de pequeñas cosas que empiezan a ser positivas, pero que él no puede costear y empieza a coger dinero de otro lado y ahí comienza a robar para sobrevivir como político», expresó.

Domínguez Brito se expresó así al participar como orador de la Semana Social de Santo Domingo que organiza la Pastoral Social de la Iglesia Católica para dar a conocer su doctrina social. Este evento se realiza en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM).

El procurador manifestó que esto lleva a un irrespeto a ley, puesto que el afán de algunos funcionarios de satisfacer el clientelismo político está llevando a deshacer las propiedades del Estado.

Consideró que para fortalecer el Estado de derecho es necesario hacer una reflexión seria sobre el clientelismo que afecta el principio de legalidad y amenaza las actuaciones dentro del marco de la ley.

Domínguez Brito dijo que otro elemento que hay garantizar para el establecimiento de un Estado de derecho es el reconocimiento a las libertades públicas, a la voluntad popular y el fortalecimiento institucional.

También, enfatizó en las garantías ciudadanas para el acceso a instancias que pueda hacer valer y reconocer los derechos que hayan sido violados.

Señaló que los principios básicos del Estado de derecho están ligados al imperio de la ley. «El imperio de la ley es fundamental para que pueda implementarse el Estado de derecho en una nación, si no hay normas, reglas de juego establecidas es muy difícil que una nación pueda avanzar si cada día yo cambio para ajustarme a los intereses del momento es imposible», indicó.

El procurador dijo que la separación de poderes es igualmente fundamental en un Estado de derecho, ya que cada poder tiene que jugar su rol para complemento y control de otro.

Eso es muy importante, dijo, sobre todo en materia de justicia puesto que si hay una intervención es difícil que haya un arbitraje serio en cualquiera de las decisiones que se vayan a tomar.

Expresó que una justicia libre de injerencia es uno de los retos de este país. «Una justicia independiente es necesaria para que haya democracia y Estado derecho y respeto a los debidos procesos».