De acuerdo a las declaraciones de las autoridades económicas nacionales, el aumento de los impuestos que han sido incluidos en el Proyecto de Ley de Presupuesto para el 2004 sometido al Congreso, responde a la necesidad de aumentar las recaudaciones para poder presentar un presupuesto equilibrado a los representantes del Fondo Monetario Internacional (FMI).

No se trata pues de un esquema para disminuir la demanda de importaciones y por ende las presiones sobre la balanza comercial y la balanza de pagos. Como se ha informado, el comportamiento de estas variables, en el 2003, ha resultado positivo para la República Dominicana, por primera vez en muchos años, como resultado de la disminución de las importaciones y el aumento de los ingresos de divisas por concepto de turismo, zonas francas, remesas y exportaciones.

Tampoco se trata de una imposición de los funcionarios del FMI, pues en materia impositiva su práctica es solicitar un plan que luzca viable sin inmiscuirse en aspectos específicos, salvo cuando se trate de eliminar distorsiones y políticas contrarias a la apertura de los mercados, el pago de los compromisos internacionales, la privatización y el libre mercado.

De acuerdo a lo aparecido en la prensa nacional, dentro de los aumentos propuestos por nuestras autoridades se incluye el incremento en un 30% del impuesto selectivo a una cantidad de productos que aparecen enumerados en el artículo 375 del Código Tributario (Ley 11 92).

Pero sucede que estos aumentos vienen a sumarse a los aumentos en la tasa de cambio, la cual al haberse duplicado ha significado que los impuestos se hayan duplicado tanto en lo relativo al impuesto selectivo al consumo, como a los aranceles, al recargo cambiario que ha aumentado del 4.75% en julio del 2002 hasta un 10% en la actualidad, así como el recargo “temporal” del 2%, y el 12% de ITBIS.

Las autoridades aduanales ven sus ingresos por unidad de producto importado aumentados automáticamente, como resultado de la devaluación, pues los impuestos corresponden a porcentajes sobre una cifra en dólares que al calcularse a la nueva tasa de cambio significa un aumento en los impuestos recaudados. Y si la inflación es interna, y no como consecuencia de aumento de la tasa de cambio, otros ingresos fiscales también aumentan automáticamente pues el ITBI y muchos otros impuestos se calculan también aumentan automáticamente pues el ITBI y muchos otros impuestos se calculan en base a porcentajes.

En los años ochenta, el economista norteamericano Arturo Laffer propuso la llamada curva Laffer la cual establece, que en la medida que los impuestos aumentan de niveles inferiores, los impuestos recolectados por el gobierno también aumentan. Pero además muestra que cuando se aumentan los impuestos después de un cierto punto (T*) el volumen recaudado de impuestos disminuye.

Es pues importante tener en cuenta que los precios de los productos importados han sufrido ya un considerable incremento. El más alto experimentado en toda la historia económica de la República Dominicana. El resultado del aumento de los porcentajes de impuestos será indefectiblemente una reducción adicional de la demanda y una caída de las recaudaciones, sobre todo cuando no se vislumbra a corto plazo un repunte de la economía.

Un aumento adicional en el selectivo, llevaría el precio de venta de muchos productos a niveles fuera de toda proporción. El punto T* es la clave y la última palabra la tienen los honorables señores legisladores.