MOCA. El 2003 ha sido peor y más desastroso que ha sufrido el país en los últimos 40 años de historia, en los órdenes económico, político y social, con un decrecimiento del Producto Interno Bruto -PIB- de alrededor del 1.3 por ciento.
Así lo afirmó el economista Carlos Durán, citando cifras del Banco Central, al pasar balance del año recién finalizado.
Indicó que la inflación registrada el año pasado, que superó el 45 por ciento, ha sido la peor después del 1990, y señaló que en la actualidad los aumentos en los precios de los artículos de la canasta familiar rondan el 100 por ciento.
Manifestó que a esa situación se agrega el alto índice de desempleo que durante el gobierno pasado registró un 13 por ciento, y hoy se encuentra en un 20 por ciento.
Asimismo, dijo que la deuda externa se elevó de 3,650 millones de dólares a más de 5,000 millones de dólares, fundamentalmente a corto plazo.
Duran expresó que el país llegó a una crisis denominada por los economistas como cuasi fiscal, explicando que del Presupuesto del año 2004, 40 mil millones se utilizarán para el pago de los intereses de la deuda externa.
Explicó que ahí no se toman en cuenta los 650 millones de dólares que habrán de provenir de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
«Pero si evaluamos la situación de credibilidad del país en el plano internacional, el índice de riesgos y producto de un manejo inadecuado de la crisis del Banco Intercontinental (BANINTER), Bancrédito y el Banco Mercantil, se ha multiplicado», apuntó.
Según Durán, a finales del mes de diciembre y principio de enero, los empleados públicos de sectores como salud, educación, miembros de la Policía y el Ejército Nacional aún no habían recibido sus sueldos, lo que implica que hay una situación de quiebra del Gobierno.
Añadió que otro aspecto importante lo constituyen las reservas públicas que a final de año ascendieron a cientos de millones de dólares, lo que indica que la cantidad de dinero circulando en la economía es inorgánico, ya que no cuenta con respaldo de la moneda norteamericana, como establece la ley monetaria.
Consideró que constituyó un hecho alarmante el compromiso que asumió el Gobierno con la crisis del BANINTER.
Manifestó que la crisis financiera aceleró la devaluación de la moneda en más de 45 por uno, situación que provocó una situación alarmante entre los agentes económicos del país.