Dice en Chile crecen juntas economía y desigualdad

Dice en Chile crecen juntas economía y desigualdad

POR UBALDO GUZMAN M.
Chile se pinta como modelo de crecimiento económico de América Latina, pero no ha logrado un país más igualitario y equitativo, sino que ha aumentado la desigualdad. La consideración fue formulada por el sacerdote peruano Ernesto Cavassa, presidente de la Confederación de Superiores de la Compañía de Jesús para América Latina, quien dictó una conferencia titulada “La Compañía de Jesús ante los retos de América Latina” en el Banco de Reservas.

Durante su disertación, con ocasión de la “XXII Cena Anual de la Revista Estudios Sociales”, Cavassa dijo que el problema del  modelo chileno es un crecimiento con desigualdad “y eso va a ser muy difícil que cambie”.

Las palabras de presentación del acto fueron pronunciadas por Antonio Lluberes, director de la revista Estudios Sociales, mientras monseñor Francisco José Arnaiz, obispo emérito de la diócesis de Santo Domingo, bendijo la cena.

Según Arnaiz, los políticos que aspiran o consiguen el poder estarán condenados al fracaso si se descuidan o no son capaces de solucionar, o al menos, aminorar los problemas existentes, cualquiera que sea su ideología. Cavassa indicó que la mitad de la población de América Latina, según cifras del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), actualmente es pobre y el 22% vive en pobreza extrema.

Lamentó que actualmente la América Latina tiene más pobres que trece años atrás y cree que la pobreza es más dolorosa cuando va acompañada de la desigualdad. “América Latina no sólo es pobre, sino desigual”, insistió.

Expresó que un documento de la Conferencia del Episcopado Latinoamericano (CELAM) señala que América Latina es la región más inequitativa y desigual del mundo.

Dijo que una de las acciones de la Compañía de Jesús es el acompañamiento con las personas que sufren por la pobreza, como jóvenes, mujeres, indígenas y poblaciones marginadas.

Indicó que el espacio fundamental de acompañamiento son las 200 parroquias de la Compañía de Jesús en todo el continente y que la mayoría están ubicadas en zonas populares o rurales. Resaltó también las investigaciones realizadas por los jesuitas desde las universidades sobre la pobreza.

Una de las consecuencias del empobrecimiento, sostuvo, es el gran desplazamiento masivo al interior de los países o hacia fuera de ellos.

Según el sacerdote jesuita, la migración tiene tal magnitud que algunos piensan que se está configurando una nueva cultura mundial.

“Se habla de 200 millones de personas y se calcula que afectará el 20% de la humanidad. Eso tiene que transformar el modo de entender los Estados nacionales, la soberanía y el modo de entendernos a nosotros mismos”, señala Cavassa.

Entre los asistentes a la cena figuraron Daniel Toribio, administrador del Banco de Reservas; el presidente de la Academia de la Historia, José Chez Checo; Miguel Ceara Hatton, coordinador de la Oficina de Desarrollo Humano del PNUD, y el rector del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), Miguel Escala.

Cavassa dijo que desea que la excelencia de la educación de los jesuitas de más de cuatro siglos pueda aportar a la mejoría de la educación pública de América Latina.

Indicó que el gran reto de los jesuitas es no sólo para la educación, sino también para el crecimiento y el desarrollo.

Recordó que un fuerte de los jesuitas es la educación y que tienen 95 colegios en el continente, “pero estamos interesados no sólo en la educación privada, sino en una educación pública de calidad”.

Los logros de la educación pública son, según diversas investigaciones, citó el mayor acceso a la educación primaria, cobertura creciente en la educación secundaria, alfabetización, inversión creciente, aunque no suficiente y un esfuerzo grande por la capacitación docente.

Cavassa dijo que los desafíos en educación son que se necesita impulsar la enseñanza inicial para atender a niños desde los primeros años y evitar la deserción que se produce básicamente en la secundaria.

Lamentó que en los estudios internacionales se muestre que los países de Latinoamérica se encuentran peor ubicados en la calidad de la educación.

Explicó que cuarenta millones de analfabetos en el Continente “nos dicen que el analfabetismo aún no ha sido desplazado”.

Cavassa dijo que Fe y Alegría, un movimiento de educación popular integral y promoción social, está en todo el continente.

Explicó que los últimos países en incorporarse han sido Chile y Haití y que 5 de marzo de 1955 se abrió la primera escuela de Fe y Alegría en un barrio de Caracas, Venezuela.

Por otro lado, el sacerdote jesuita dijo que la democracia en América Latina, que se expresa a través del voto, no “necesariamente es una democracia participativa de ciudadanos”.

Indicó que en catorce meses, doce países cambiarán de presidentes en América Latina, lo que implica un panorama político diferente.

Consideró que pueden cambiar los Presidentes, pero se preguntó si eso implica un cambio en la situación de esas naciones.

Indicó que los jesuitas intentan construir en América Latina otro modo de vida “donde todos quepan, de modo particular, aquellos más pobres y más vulnerados en sus derechos”.

Recordó que para la Compañía de Jesús los migrantes y refugiados constituyen una de sus cinco preferencias universales y que se trabaja con atención integral, tratando de incidir en la elaboración de leyes que los protejan.

Indicó que el Servicio Jesuita a Refugiados y Migrantes tiene tres grandes focos: en Chiapas, México; en Colombia por la guerrilla y los haitianos en República Dominicana.

El sacerdote se preguntó que si América latina puede humanizar la globalización.

Indicó que la globalización es un fenómeno complejo, con componentes positivos, pero que de no tratarse adecuadamente pueden crear grandes desajustes sociales.

Señaló que un documento de CELAM recoge una serie de preocupaciones: descenso de católicos en algunos países de manera “muy preocupante” y en algunas regiones, superando el 50%, debilitamiento de convicciones y migración hacia otras confesiones.

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