Dice es garante gobernabilidad; crisis lo empujó a repostularse

Dice es garante gobernabilidad; crisis lo empujó a repostularse

El presidente Hipólito Mejía justificó ayer su decisión de optar por un nuevo mandato y descalificó a su principal oponente Leonel Fernández, a quien atribuye una supuesta falta de temple y coraje para enfrentar la crisis actual.

Mejía se consideró como el único que garantiza la gobernabilidad y el mantenimiento de la paz social del país.

En su discurso ante la reunión conjunta del Senado y la Cámara de Diputados, Mejía dijo que Fernández, nominado por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), carece de respaldo congresional y municipal para llevar a cabo el proceso de reforma que precisa el país, lo que, a su entender, crearía un problema de gobernabilidad si gana las elecciones.

“Por un lado está la opción de la ingobernabilidad. Por ella se transitará sin Congreso, sin ayuntamientos, hacia lo desconocido”, dijo Mejía, y luego agregó que a este sólo acompañarían “algunos intereses particulares, de los que en este país siempre lo han tenido todo”.

“Nosotros, en cambio, dijo Mejía, representamos la seguridad de la gobernabilidad con solidaridad, la única capaz de garantizar la paz social mientras se va dejando atrás, con reformas efectivas y no con debates improductivos, la crisis económica que nos afecta”.

El gobernante, quien depositó en el Congreso las memorias de su gobierno en ocasión del 159 aniversario de la Independencia Nacional, dijo que optó por presentarse a la reelección, pese a las numerosas ocasiones que renegó de ella, debido a que las circunstancias cambiaron “para nuestro pueblo, para nuestro gobierno y para quien les habla”.

Dijo que entre su negativa y la decisión de presentarse nuevamente como candidato, afloró la crisis que entiende empezó a incubarse en la gestión de Fernández Reyna, “lo que en la práctica significó un recorte en el tiempo y en los recursos disponibles para hacer lo que nos habíamos propuesto realizar en estos cuatro años”.

Mejía dijo que quienes reprochan su decisión saben que es hombre responsable y como tal “no puede rehuir el reto dramático que enfrenta” el país, de “salir airoso ante la más seria crisis económica y social de nuestra historia reciente”.

Mejía, a quien las más recientes encuestas colocan en un lejano tercer lugar, entiende que sería una “irresponsabilidad” de su parte, dejar el timón de la nación “en manos inseguras, sudorosas y temblorosas, que ya demostraron sus titubeos y temores en el pasado, cuando les tocó gobernar en el período en que se incubó la crisis”.

Se preguntó si es acaso a esta clase de “improvisadores a quienes algunos pretenden entregarle de nuevo el poder para que culmine su obra de destrucción masiva”.

Mejía, cuya popularidad según las encuestas Penn Shoen & Berland y la Gallup oscila entre el 13% y el 14.6%, respectivamente, dice que optó por la reelección “para que sea el pueblo y los más pobres quienes democráticamente decidan si deben darme a mí y al PRD la oportunidad de completar la tarea de sacar al país de esta crisis que otros fabricaron”.

[b]LA GOBERNABILIDAD[/b]

Mejía afirmó que en las elecciones del 2002, los dominicanos otorgaron al PRD el control de ambas cámaras del Congreso y una mayoría aplastante de municipios y advirtió que en “tiempo de crisis, el activo más importante para salir airoso es la gobernabilidad”.

Insistió en que estos tiempos requieren de “mucha gobernabilidad y de presidentes que no estén evadiendo, por su elevado costo político, la responsabilidad de tomar las medidas necesarias para superar la crisis”.

En este orden, dijo, que el reto que el país tiene por delante es enorme, pues sólo una reforma fiscal bien articulada y consensuada, y que convoque la solidaridad de los que más tienen con los que menos tienen, unida a una racionalidad del gasto público, creará las condiciones para la estabilidad permanente sin tener acudir al financiamiento exterior.

Pero entiende que si prevalece la duda y un Presidente indeciso, las reformas se estancan y la economía generalmente colapsa, llevándose de encuentro a muchas instituciones.

“Por eso, dominicanos y dominicanas que me escuchan, me vi precisado a modificar mi decisión, en contra de mis más íntimas convicciones y en contra de la voluntad de muchos de mis hermanos y hermanas del Partido Revolucionario Dominicano (PRD)”, dijo Mejía.

Pese al bajo porcentaje que le atribuyen las encuestas, Mejía dijo que no tiene dudas de que si los perredeístas son capaces de unirse como partido y como proyecto nación, “ningún político agorero que desconfía de las capacidades dominicanas, tendrá oportunidad de vencernos en las elecciones que se aproximan”.

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