La escasez de agua potable en El Seibo provoca riesgos de salud y estancamiento de las actividades turísticas, agropecuarias y del comercio de la zona, lo que, junto a otros males, impacta negativamente la calidad de vida de sus 79,091 pobladores, dijo ayer la senadora de esa provincia, Ivonne Chahín, quien pidió al presidente Danilo Medina la construcción de varios acueductos.

Chahín consideró inexplicable el deterioro del suministro de agua potable en una provincia rica en recursos hídricos, como son los ríos Yeguada, Jovero, Cuarón, Miches, Nisibón, Mojica y Jayán.

Expresó que esos ríos mantienen abundante agua en sus cauces en razón de la alta incidencia de lluvias en la región.

Dijo que El Seibo padece desde hace años de escasez de agua potable porque no cuenta con un acueducto que abastezca las comunidades que conforman la provincia, afectando seriamente a la población y al desarrollo agropecuario y turístico.

La legisladora indicó  que la escasez de agua potable ha empujado a los pobladores de la provincia a abastecerse del líquido en los ríos y arroyos, “lo que pone en peligro la salud de los habitantes y de los ecosistemas que éstos habitan”.

La prueba. Chahín citó como prueba de esta realidad el acueducto de Miches, que fue construido a finales de la década de los 60, con una capacidad para 10 mil habitantes, lo que no cubre la necesidad de una población que ahora es de unas 30 mil personas.

Los moradores de Miches, significó, “duran semanas sin el suministro de este vital líquido”.

Recordó que los trabajos de remodelación y ampliación del citado acueducto se paralizaron hace nueve años, “lo que ha provocado el deterioro y retroceso de lo realizado”.

Chahín dijo que los pobladores de El Seibo llevan años reclamando la construcción de los acueductos sin respuesta alguna, “lo que ha provocado el descontento general, lo que ha devenido en protestas y paros que afectan y agravan aún más las precariedades del municipio.