POR LEONORA RAMIREZ S.
América Latina carece de instrumentos jurídicos sobre bioética y no por culpa de la comunidad científica, sino porque los gobiernos no han impulsado ninguna temática regional sobre el tema, según explicó Héctor Gross Espiel, ex miembro del Comité Internacional de Bioética de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

El jurista, quien participa en el seminario internacional «Hacia una convención subregional de la bioética» que realizan la Fundación Global Democracia y Desarrollo (FUNGLODE)  y la UNESCO, atribuye la ausencia de normativas a la falta de análisis sobre los alcances sociales de la bioética.

«No ha habido interés en los gobiernos latinoamericanos por la bioética en el contexto jurídico regional, fundamentalmente por la falta de análisis del tema, porque no se consideran las facetas de la bioética en el contexto social, participativo y democráticos» dijo.

Gross Espiel  manifestó además que en la región tampoco existe una conceptualización clara y precisa de los grandes temas bioéticos, y aunque hay diferentes puntos de vistas en los distintos países, no hay una conciliación global.

A su entender esa situación es negativa para el avance científico, tecnológico y social de América  Latinas, porque la bioética no es solamente científica.

Sin embargo, consideró que en el seminario que se lleva a cabo en el país hasta hoy, en el hotel Santo Domingo, por primera vez se encara el concepto de si es posible un instrumento jurídico regional y subregional latinoamericano sobre bioética.

«Esta actividad es sumamente importante porque no puede concebirse la bioética sin tener en cuenta los temas del derecho a la  protección de la salud, agua potable, pobreza, alimentación y medio ambiente, son todos temas necesariamente incluidos en una construcción amplia de la vida».

Entre los temas que se discuten en el seminario se citan «La ética de la investigación en los seres humanos», «La enseñanza de la bioética, fundamentos y alcances» y «Ética hospitalaria».

NORMATIVAS PARA LA CLONACION

Yolanda Gómez, integrante del Comité Internacional de Bioética de la UNESCO, manifestó en el contexto de la bioética que la clonación reproductiva, para crear un nuevo ser, está prohibida en Europa.

Asimismo, consideró que la prohibición es por una falta de consenso de los principios éticos y religiosos de muchos países europeos.

«No es una cuestión científica en sí misma, sino que  hay un miedo justificable a que la clonación sea incontrolable, ese temor a no controlar el proceso científico es algo que acontece con cierta frecuencia, a veces se prohíbe una cuestión no porque entrañe en sí misma un riesgo actual, sino por el riesgo futuro, el Derecho tiene esa función prospectiva.

Gómez explicó que en Europa tampoco se permite seleccionar el sexo mediante técnicas de reproducción asistida, por temor a que la sociedad termine accediendo a esa selección y desequilibre el número de personas de  un sexo y de otro.

La jurista, quien es profesora de Derecho constitucional de la Universidad Nacional de Educación a Distancia, de España, dijo que en el Congreso de ese país se conoce un proyecto de ley sobre investigación biomédica, que si se aprueba regulará el tema de la clonación porque se permitirá ese proceso pero desde el punto de vista terapéutico.

«Pero en España está vigente  una Ley sobre técnicas de reproducción asistida, que incluye la posibilidad de seleccionar embriones que fueran compatibles genéticamente con un niño ya nacido, para utilizar las células del cordón umbilical en la curación de un hermano», afirmó con relación a los peligros que podría acarrear la  investigación científica sin control expresó que, no todo lo que es posible en el laboratorio puede llevarse a la sociedad.

«La investigación es un campo que no se puede abandonar, lo que no se debe pensar es que todo lo que se logre en laboratorio es beneficioso para la sociedad. Los juristas no tememos lo que la ciencia haga, nos ocupamos de una parte diferente, de ver qué está dispuesta a aceptar la sociedad y cómo se puede regular con unos principios que son invariables: el respeto a la libertad, la igualdad y la dignidad», enfatizó.