El historiador y periodista Miguel Guerrero recordó “a quienes dicen honrar” la memoria del profesor Juan Bosch, que el legado de un hombre como él se honra con acciones éticas, no con la sola designación con su nombre de calles, plazas y hospitales.
“Con el tiempo, se ha discutido si Bosch poseía la voluntad suficiente para encarar los desafíos del poder que había obtenido por voluntad del pueblo dominicano.
“E incluso se le ha endilgado la debilidad de haberse dejado derrocar, disponiendo recursos para evitarlo. Pero lo que nunca se ha puesto en duda, a pesar de las pasiones que él inspiró y las duras luchas políticas e ideológicas que siguieron a su caída, fue la entereza y honradez personal con los que vivió, valores que muchos de aquellos que fueron sus discípulos y se dicen poseedores de su antorcha, no han sabido honrar, dejando que su ejemplo se fuera con él a la tumba”, afirmó.