POR UBALDO GUZMÁN M.
La avenida que construye el gobierno en la ribera del río Isabela no es una obra de ingeniería, sino un «botadero de desperdicios del Metro», aseguró ayer el coordinador de la Comisión de Ciencias Naturales y Medio Ambiente de la Academia de Ciencias, geólogo Osiris de León.

Al mismo tiempo, dijo que la avenida viola la ley ambiental 64-00 que establece que en todo proyecto, público o privado, debe hacerse un estudio de impacto ambiental.

A su juicio, si hubiese un proyecto serio de construir una vía para que funcione correctamente por 20 años, la gente del Metro debió decidir cómo colocar el material y realizar estudios geológicos, sondeos mecánicos y ensayos de laboratorio.

Agregó que con toda esa información se comenzaría a diseñar la vía y determinar la cantidad de material que se tendría que remover en el río.

El presidente de la Cámara Minera y Petrolera de la República Dominicana aclaró que no está en contra o en favor de la avenida, sino que cualquier obra que se vaya a ejecutar se respeten todos los procedimientos de ingeniería y las normativas ambientales.

Aseguró que toda avenida que se construya sobre sedimentos blandos tiende hundirse indefectiblemente, porque es una máxima de ingeniería de suelos: «no debe dejarse materia orgánica debajo de una vía que realice».

De León dijo que la avenida tendrá hundimientos permanentes en múltiples lugares, debido a que el subsuelo de la margen derecha del río tiene un gran cúmulo de sedimentos arcillosos, limosos y materia orgánica.

Indicó que si esa vía tuviese correctamente diseñada y estudiada lo primero que debieron haber hecho fue dejar subdrenes para que el agua fluyera y se canalizara hasta el río.

«Ese material arcilloso ha sido colocado ahí, se está comportando como una barrera impermeable, como si fuese el núcleo de una presa que impide el paso del agua», dijo.

A su juicio, si llueve de forma persistente durante uno o dos días, las viviendas de La Zurza se inundarán y una parte importante del material será erosionado por la corriente del río, porque no existe ninguna protección.

Precisó que la materia orgánica no puede dejarse debajo de una vía, porque tan pronto se coloca el relleno, en adición al peso del tránsito, la avenida comenzará a hundirse inmediatamente.

Indicó que frente La Zurza no se está haciendo un subdrén y que el agua pueda pasar de un lado a otro de la vía, por lo cual algunas viviendas se han inundado. El nivel sube, porque se ha obstruido el drenaje normal del agua.

De León dijo que las carreteras y avenidas que tienen problemas en Santo Domingo y las ciudades del país se debe a que se construyeron en zonas donde hay material orgánico, que no fue removido, como la avenida Jacobo Majluta.

«La gente del Metro lo que ha visto en la ribera del río Isabela es un lugar adecuado para deshacerse del material. Es un asunto que se ha planteado de la noche a la mañana sin estudiarlo», señaló.

Aseguró que cuando el suelo se sature porque sube el nivel del río o llueve mucho, entonces de producirán problemas de fallas en el suelo de la avenida.

Indicó que si se quisiera una obra de calidad debió estudiarse bien, remover el material orgánico y sustituirlo por grava gruesa, que pueda resistir la presencia del agua.

Recordó que cuando el aspecto de suelo no es tomado en cuenta en una obra vial, las obras han tenido serios problemas.

«Como ellos lo están manejando debe ser visto exclusivamente como un botadero de arcilla y caliche, y cuando éstas se mezclan con el agua, se lavan y se van, y eso es catastrófico para cualquier vía», dijo.

A su juicio, colocar el caliche en presencia de agua no es una recomendación sana, lo que demuestra que la gente del Metro no ha hecho ningún tipo de estudio, ni se están dejando asesorar por especialistas en suelo.

«La forma que se está colocando el material en la ribera del Isabela no responde a las más mínimas condiciones geotécnicas y es importante que revisen la metodología que están utilizando, a fin de que no se encuentren mañana, cuando llueva mucho, con que todo el material fue erosionado», dijo.

La idea de la vía, en el fondo, dijo, es buena, porque permitirá un desahogo vial a la zona norte del Distrito Nacional y la provincia de Santo Domingo. Criticó que la obra no responde a los criterios geotécnicos modernos, ni siquiera a los criterios técnicos antiguos.