POR GERMAN MARTE
El jurista Eduardo Jorge Prats afirmó ayer que República Dominicana es el único país del hemisferio occidental que no tiene un sistema de justicia administrativa, donde no hay nada que pueda frenar al Poder Ejecutivo, de modo que la administración puede actuar ilegalmente sin que haya manera de censurar su actuación.

“Nosotros tenemos un monarca presidencial, no por el (artículo) 55 de la Constitución, sino porque no tenemos una justicia contenciosa administrativa que controle la actuación de la administración gubernamental”, expresó Jorge Prats, quien es miembro de la Comisión de Juristas designada por el presidente Leonel Fernández para elaborar un proyecto de reforma constitucional a partir de los resultados de la Consulta Popular.

Indicó que uno de los grandes problemas de la nación es que no hay freno al Poder Ejecutivo, y por eso en la Comisión de Juristas hay quienes abogan porque en la próxima reforma se incluya un sistema de régimen administrativo.

A juicio del abogado, limitar los poderes del Ejecutivo de modo que el presidente de la República sólo pueda designar 400 ó 500 funcionarios de confianza política y el resto sea de carrera, para que haya una administración objetiva e imparcial como en otros países, es tan importante como impedir el continuismo presidencial.

SOBRE LA CONSULTA POPULAR
Jorge Prats dijo que la Consulta Popular es para vinculante, de modo que las decisiones que allí se tomen serán incorporadas definitivamente en el marco del proyecto de Constitución que elaborará la comisión de juristas.

Manifestó que la gran mayoría de los consultados favorece que haya otros mecanismos de participación para modificar la Constitución, y eso se plasma en el contenido de la consulta, pues esta es la expresión de la voluntad de la gente.

“La Consulta es una especia de termómetro sobre qué piensa la gente en torno a diferentes temas y la Comisión de Juristas debe determinar la forma en que esa expresión va a ser plasmada en el texto”, expresó el abogado al ser entrevistado por Huchi Lora y Patricia Solano en el programa “El Día” que se difunde por Telesistema, canal 11.

Jorge Prats dijo que en el seno de la Comisión de Juristas hay el consenso de que la Asamblea Constituyente debe ser uno de los mecanismos para la reforma constitucional, pues la gente favoreció que se incluyera en la Constitución.

Corresponde ahora a los actores políticos hacer caso a ese clamor de la población.

“Como abogados, nuestra función es hacer un proyecto para ser entregado al presidente de la República en base a la Consulta Popular, y el Presiente es libre y soberano de someter o no ese proyecto a la Asamblea Revisora”.

LA REELECCION ES DAÑINA
En otro orden, Jorge Prats dijo que históricamente el tema de la reelección ha afectados buenos esfuerzos de reformas, “históricamente la República ha estado bajo del fantasma de la reelección permanente”.

Indicó que salió del Partido Revolucionario Dominicano precisamente porque esa organización traicionó su principio anti reeleccionista.

Consideró que en países con incipiente cultura institucional como República Dominicana, todavía el mecanismo de “dos (períodos) y para tu casa” que existe en Estados Unidos no es el más adecuado para propiciar la institucionalidad.

No obstante, dijo que los resultados de la Consulta revelan que los dominicanos prefieren la fórmula actual, de dos períodos consecutivos.

El jurista insistió en que la reelección consecutiva es dañina, “y es una lástima que en el 2002 se haya restablecido, porque eso estaba prohibido desde el 94”.

Respecto a los poderes extralimitados del Poder Ejecutivo, Jorge Prats subrayó que el presidente Fernández ha sido muy claro en cuanto a que una reforma constitucional es para limitar el poder, “incluso recuérdate que dijo destrocen el artículo 55”.

Manifestó que coincide con el mandatario con que en el fondo este artículo ha sido sobredimensionado y aseveró que en el fondo lo que existe es una minusvalía de los demás poderes. Sostuvo que el Congreso debería tener más poderes y la Justicia ser más independiente para hacer un contrapeso.