El consejo de defensa de Luis Alvarez Renta afirmó que hasta ahora han fracasado todos los intentos de presentar alguna prueba o evidencia que comprometa la responsabilidad de Luis Alvarez en los hechos que provocaron la quiebra del Baninter.
El licenciado Eric Raful Pérez, coordinador del equipo de defensa de Álvarez Renta dijo que el último fracaso de la acusación contra su cliente fue la presentación como testigo del empresario Angel Antonio Berroa, quien informó que contrató al señor Alvarez Renta para que lo asesorara en la venta de una propiedad que poseía en Uvero Alto, Punta Cana, en una relación que definió como absolutamente normal.
Sostuvo Raful que la transacción de Uvero Alto está debidamente documentada, hecha en nombre de una compañía que está clara en su propiedad, de una inversión en un proyecto turístico que tiene una tasación que se depositó en el juzgado de instrucción y lo más importante es que se trata de una operación que la Cámara de Calificación no utilizó para fines de envío a juicio, porque no estaba entre los hechos que debían ser ventilados en el presente caso de acuerdo a la providencia calificativa.
García Berroa dijo que su relación con Alvares Renta era netamente empresarial y que lo conoció por su relación en la venta de la propiedad de Uvero Alto. Dijo que se acercó a Álvarez Renta para solicitar su asesoría, ya que el proyecto turístico se encontraba paralizado y necesitaba socios.
Al ser interrogado en la audiencia del pasado jueves, el empresario aseguró que el asesor financiero en ningún momento le propuso que el contrato se mantuviese en secreto y que los pagos se hicieran en efectivo, agregando que no tenía conocimiento de que los fondos de la transacción tuvieran que ver con un fraude o alguna acción delictuosa.