SANTIAGO.   El arzobispo de la diócesis de esta ciudad, monseñor Ramón Benito de la Rosa  Carpio, dijo ayer que parte de la pobreza que padecen los dominicanos se debe a la corrupción, un flagelo que a su juicio, impide el desarrollo socioeconómico de los pueblos.

Sostuvo que muchos de los recursos que deberían invertirse en  reparación de carreteras, caminos vecinales y otras obras comunitarias, se quedan en los bolsillos de los corruptos.

Declaró que cuando en un país se producen denuncias de supuestos actos ilícitos con los recursos del Estado y no se actúa en consecuencia, los demás que están en ese camino se sienten animados a seguir esa práctica.

De la Rosa  Carpio se mostró de acuerdo con las declaraciones del obispo emérito de Santo Domingo, monseñor Francisco José Arnaiz, quien afirmó que mientras persista la impunidad la corrupción no se detendrá.

Las protestas. En cuanto a las protestas que se realizan,  el arzobispo de Santiago,  declaró que la falta de respuestas de las autoridades para solucionar los problemas sociales es lo que ha provocado las manifestaciones en algunos barrios y municipios del país.

De la Rosa Carpio entiende que  hay que buscar la manera de  cumplir con  las demandas que hacen de los pueblos.