El miembro titular de la Junta Central Electoral (JCE), Eddy Olivares, consideró que el grupo de dominicanos descendientes de padres haitianos a los que ahora se les niega sus documentos,  ha sido utilizado como chivo expiatorio para esconder la falta de interés o deficiencia de las autoridades en el control de los inmigrantes ilegales que todos los días entran al país.

En un documento enviado por el magistrado dice que después  que la JCE pusiera en ejecución la circular 017 y la resolución 012 del año 2007, el organismo, “pretendiendo suplantar al Poder Ejecutivo y erigirse en el adalid de la nacionalidad, se ha prestado a crear la falsa percepción de que nuestros problemas migratorios se deben a las  personas que a su entender fueron declaradas irregularmente en el registro  civil por sus padres, los cuales llegaron al país amparados en los convenios suscritos por los estados dominicano y haitiano”.

Consideró que esas personas no son indocumentadas ni  inmigrantes ilegales, debido a que fueron registrados y documentados por el Estado  a través de las oficialías  civil desde principio del siglo pasado.