La reforma fiscal del país debe hacerse durante el período de transición, tras las elecciones del próximo 16 de mayo, para que sea discutida y consensuada con sentido de equidad y justicia, afirmó ayer el candidato presidencial del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC).

El ingeniero Eduardo Estrella manifestó que está consciente de que esa reforma es parte de los acuerdos que firmó el país con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y que a la vez, es un instrumento de progreso.

«Debemos pensar en que esa reforma no debe ser jamás un mecanismo que afecte más a la población, aumentando el costo de la comida y el empleo, que hoy ronda los 800,000 dominicanos sin trabajo», añadió el ingeniero Estrella.

Consideró que esa reforma también deberá ser un mecanismo para la creación de riquezas dentro de un esquema realista, moderno y desarrollista, además de pro exportadora, de forma que se estimulen la producción y el comercio de productos al exterior.

Dijo que ello significa reducir la inflación, mejorar los costos de producción, inducir la reducción gradual de las tasas de interés a la inversión e incrementar la fortaleza del signo monetario dominicano.

Estrella expresó que en lo que respecta a la austeridad, una manera de aumentar los fondos del gobierno y reducir el déficit fiscal y cuasi fiscal, es gastando menos en determinadas áreas del Estado.

“Controlaríamos los gastos innecesarios, como la compra permanente de jeepetas y de toda clase de vehículos de lujo, reduciríamos a los asuntos de alto interés nacional los viajes y gastos en viáticos pagados en dólares, de numerosas misiones de funcionarios, empleados y acompañantes”, añadió.

Dijo que de ser electo Presidente, también regularía el uso de los celulares y el consumo de la energía eléctrica en la administración pública a lo estrictamente necesario, “en fin, vamos a mejorar la calidad del gasto».

Al participar como orador invitado al almuerzo de la Cámara Americana de Comercio, el ingeniero Estrella expresó que de ganar la Presidencia, se propone reducir los gastos superfluos del gobierno y disminuir en un 3 por ciento la nómina pública abultada, que asciende aproximadamente a RD$32,000 millones anuales, con lo que tendría un ahorro mensual de RD$80 a RD$100 millones, que destinaría a financiar la generación de empleos en la micro, pequeña y mediana empresa.

Estrella manifestó que como Presidente, una de las primeras iniciativas que sometería al Congreso Nacional sería el proyecto de ley de responsabilidad fiscal.

Indicó que esa iniciativa consiste en fijar topes en los niveles del endeudamiento interno y externo y del déficit fiscal del sector público consolidado, para garantizar la disciplina en la política económica del gobierno, “evitando así los procesos inflacionarios y devaluatorios que tantos daños han causado al país y tanta miseria ha llevado a los pobres”.

Expresó que ese proyecto reduciría, además, la discrecionalidad del Poder Ejecutivo en la ejecución del gasto público, cambiando así los medios de corrupción y de distorsiones macroeconómicas.

Además, dijo que esa pieza establecería severas sanciones penales para los funcionarios públicos responsables de cualquier violación a las metas previstas en esa legislación.

Recordó que Colombia, Perú y Brasil han puesto en vigencia estatutos de esa naturaleza, con resultados positivos en su política macroeconómica.

Dijo que ante un proceso inflacionario que alcanzó el año pasado cerca de un 43% y que en los primeros dos mese del año en curso ha llegado a mas de un 20%, además con una devaluación de cerca de un 200%, durante los pasados doce meses y un déficit fiscal que superó el 5% del PIB en este lapso, “es imprescindible implementar un estricto programa de ajuste fiscal”.

Dijo que la estrategia de su gobierno sería ir del déficit fiscal antes citado a un superávit fiscal de un 4%, el cual destinaría a inversión de capital y al fortalecimiento del gasto social, en educación, salud, vivienda, agropecuaria y los servicios básicos, como agua potable y energía.

Indicó que la aplicación de una estrategia política de austeridad complementada con una reforma fiscal integral que sea consensuada por todas las fuerzas sociales y económicas del país, resulta imperativa para reducir el déficit fiscal en por lo menos 1.5% del PIB anual.