POR EVARISTO RUBENS
El senador Ramón Alburquerque dijo ayer que la Secretaría de Industria y Comercio tiene la responsabilidad de crear los mecanismos de control de calidad de los combustibles, a través de la Dirección General de Normas y Sistemas de Calidad (DIGENOR), para que la ciudadanía pueda recibirlos con las especificaciones requeridas para el país.

Alburquerque también dijo que en la Ley de Hidrocarburos hay dos centavos por galón de combustible para la creación de los mecanismos de control de calidad en el país, con la finalidad de impedir cualquier desmán contra los consumidores.

Añadió que esos dos centavos por galón, la Secretaría de Industria y Comercio los aumentó ilegalmente por resolución a 20 centavos y que al aplicarlos a todos los combustibles puede generar entre RD$300 a RD$400 millones al año.

A pesar de esa situación, la Secretaría de Industria y Comercio no ha podido comprarle los equipos a DIGENOR para hacerle los chequeos rutinarios a los combustibles, sostuvo Alburquerque al ser entrevistado en el Gobierno de la Mañana, de la radioemisora Z-101.

Manifestó que la gasolina tiene mas de 50 componentes, incluido hasta un 20% de Gas Licuado de Petróleo (GLP), así como otros elementos combustibles.

Agregó que es por eso que los tanques de los vehículos tienen que tener tapones con las presiones adecuadas, para el mejor manejo correcto del combustible.

Alburquerque, presidente del PRD, consideró que los controles de calidad de los combustibles no sólo debe tenerlos la Refinería Dominicana de Petróleo (REFIDOMSA), sino también DIGENOR.

Alburquerque, ex presidente de REFIDOMSA, manifestó que en el negocio no hay un monopolio de importación de combustibles, ya que la propia ley establece que cualquier persona puede hacerlo, tras el cumplimiento de algunas especificaciones.

Añadió que el interesado en traer combustibles al país debe demostrar ante el Estado que tiene capacidad para recibirlos, descargarlos, almacenarlos y distribuirlos.

El senador Alburquerque explicó que el combustible, como la gasolina, depende mucho de una serie de aditivos en el octanaje, que debe ser de 92 para que los vehículos puedan circular de manera adecuada en el país.

Indicó que hay gasolina con 3 a 5% de alcohol hacia abajo «y si es alcohol absoluto no hidratado, los motores de los vehículos pueden funcionar bien aquí».

Alburquerque manifestó que las quejas de ciudadanos de que se les han dañado las bombas de combustible de los tanques de sus vehículos por el uso de gasolina mala, da la impresión de que el Estado no está cumpliendo con su papel de defender al consumidor.

Recordó que el dinero que se recauda por el impuesto a la gasolina no se sabe en qué se está empleando, debido a que no se han credo los mecanismos de control de calidad de los combustibles, a través de DIGENOR.