Hoy 
POR CARMEN MATOS
El doctor Bernardo Defilló, ex superintendente de Salud y Riesgos Laborales, consideró ayer que con los problemas acarreados por la forma como ha entrado en vigencia el Seguro Familiar de Salud, el sistema nacional de salud retrocedió más de 40 años.
Defilló dijo que a las carencias en la oferta de servicios y problemas con los listados de afiliación, se suma la falta de fluidez y eficiencia en el establecimiento de los costos por lo que el plan básico de salud resultó encarecido.
Entiende, sin embargo, que las inequidades y los errores del sistema sanitario todavía pueden ser reparados. El ex superintendente de Salud y Riesgos Laborales dijo que las zonas fallidas del nuevo sistema sanitario se han traducido de forma directa en un sistema de salud que funciona completamente desorganizado.
Considera que debe despolitizarse la Seguridad Social, en la que, según dijo, incurren aspectos electorales así como intereses de partidos y particulares.
Defilló sugirió que se fortalezca la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (Sisaril) para que la institución pueda regular eficientemente a las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS), asumiendo el papel supervisor y penalizador que le corresponde.
Como resultado de este proceso, dijo, se otorgará a cada uno de los actores del régimen la función que le corresponde.
Defilló criticó que hasta el momento las ARS funcionan libremente y con gran poder en sus manos, cuando sus acciones dentro del sistema deben limitarse a la compra y pago adecuado de servicios a los proveedores de salud.
Defilló sugirió también que se revisen los aspectos estratégicos del sistema y se rediseñe la oferta de servicios, ya que, a su juicio, hay dos sistemas de Seguridad Social que funcionan paralelos, contrario a los principios de ser único, solidario y equitativo, establecidos en la ley 87-01.
Explicó que uno es el de los pobres, que controla el Seguro Nacional de Salud (Senasa) y otro, el que incluye a las personas que reciben algún tipo de ingreso fijo.
