El Colegio Dominicano de Periodistas (CDP), el Círculo de Locutores Dominicanos (CLD) y el Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Prensa (SNTP) expresaron ayer su indignación y preocupación por las acusaciones que la inspectoría general de la Policía de Barrio Lindo en San Pedro de Macorís, les hace a miembros de la prensa de asaltar el destacamento y constituirse en una turba.

Mercedes Castillo, presidente del CDP, Ana Daisy Guerrero del CDL y José Beato del SNTP narraron que además la Policía solicitó someter a la justicia a los periodistas Dulce García, Martín Santana, Junio Pimentel, José Santana, Víctor López y Fernando Aponte, junto a los locutores Luis Enrique y Jhonatan Carmelo Gil. Demandaron justicia ante la agresión del policía Alex Melo quien le provocó varias heridas a Dulce García, pero además resultaron apresados los demás mientras daban cobertura el pasado 18 de octubre a los operativos en el toque de queda.

“A esos periodistas que iban con ellos mismos en el operativo, que fueron invitados por la Policía, entonces hoy se les imputa de criminales”, dijo José Beato.

Los representantes de los gremios indicaron que este tipo de maltrato a la prensa ya se ha repetido en otras ocasiones, por parte del Ministerio Público, del cual dijeron parece que se ha ensañado contra los comunicadores y comunitarios de San Pedro de Macorís.

Solicitaron la intervención de la Procuraduría General de la República, el Director de la Policía Nacional y al Ministerio de la Mujer para que se detengan estas agresiones, pero además se les esté instrumentando expedientes a comunicadores por ejercer su profesión.

García, quien se encontraba grabando los operativos, se enteró que el colega Iván Echavarría había sido apresado en el Toque de Queda, por lo que acompañada de otros periodistas fueron a pedirle a la fiscal de turno Zuleika Mateo su liberación, el policía Alex Melo la golpeó en el rostro con su arma de reglamento mientras ella grababa con su celular los hechos en el destacamento.
García debió ser llevada a recibir puntos de sutura en su rostro, por los golpes.