Los puntos de drogas y la delincuencia crecen vertiginosamente en el barrio Cristo Rey, debido a que la juventud no tiene espacio para la cultura, calidad de la educación, fuentes de trabajo y los deportes.
Así lo consideró ayer el Grupo Cultural Fénix, al cumplir sus diez años de existencia, al tiempo que reclamó acciones puntuales al Gobierno para sacar a los jóvenes de los vicios antes de que sea demasiado tarde para ellos.
Sandy Paredes, presidente de la entidad, así como Iván Hakk, dirigente de la entidad, expresaron que ese grupo fue el primero que se dedicó a rescatar a jóvenes de las calles de Cristo Rey y llevarlos hasta las salas de Bellas Artes mediante obras teatrales, sin embargo en sus diez años no han recibido respaldo de ministerios como Cultura, Educación y otros.
La princesa no podía llorar fue una obra elaborada por el Grupo Fénix con jóvenes de Cristo Rey exhibida en Bella Artes.
Los dirigentes barriales y culturales manifestaron que los puntos de drogas crecen de manera alarmante en todas las calles y callejones del barrio de Cristo Rey y que el que menos se cree es dueño de un negocio de estupefacientes, actividad que al mismo tiempo genera actos de delictivos y violencia.