La desviación del caudal del río Yaque del Sur al lago Enriquillo, producto de errores de administración y de imprevisión, ha provocado que las aguas del mar ataquen directamente la costa de Barahona y la crecida del lago, ocasionando un gran daño a la pesca, a la infraestructura turística, la desaparición de los manglares y la salinización de pozos tubulares que se utilizan para irrigar tierras agrícolas.
Así lo aseguraron el ingeniero David Vólquez Román, integrante del Comité de Salvación del Lago Enriquillo; el pescador José Antonio Matos Peña y el dirigente agrícola Fernando Avilés, al participar como invitados en el Encuentro Económico de Hoy.
Afirmaron que la demolición del dique Trujillo y la falta de habilitación del aliviadero del puente Canoa, en la laguna Rincón, son los factores principales que han provocado la crecida del lago Enriquillo.
Enfatizaron que contrario a lo que han planteado expertos que han estudiado la situación, la crecida no es por causa natural del río Yaque del Sur, sino por la imprevisión de las autoridades competentes que no han sido capaces de resolver el problema del cauce.
Lamentaron la demolición del dique Trujillo, construido en el año 1954.
Culparon de la destrucción de esa infraestructura al actual director ejecutivo del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI), ingeniero Frank Rodríguez, a quien le advirtieron que eso sería un crimen.
Vólquez Romá, Matos Peña y Avilés consideraron que el INDRHI ha buscado la forma más fácil de echar el agua, que iba directamente al mar, desviándola hacia el lago Enriquillo, lo que ha traído consecuencias drásticas para la naturaleza, ya que ha acabado con especies marítimas que aportaban riqueza a las provincias Independencia y Baoruco, donde cientos de tareas cultivables están anegadas, la pesca ha sido afectada considerablemente por la destrucción de los manglares, además de que se afecta el desarrollo turístico de esa zona.
Posible solución. Reiteraron que la solución definitiva al problema es la construcción de la presa de Monte Grande, la cual regulará debidamente las aguas del río Yaque del Sur.
Además de que urge la limpieza de 60 kilómetros del cauce de ese río.
Recordaron que la dinámica del río Yaque del Sur ha variado en los últimos años, ya que anteriormente vertía sus aguas directamente en el mar Caribe, mientras que actualmente el río desemboca en la laguna Rincón, de Cabral, en la que vierte cientos de metros cúbicos por segundo, muy por encima del volumen soportable por los canales Cristóbal y Guaraguao.
Consecuencias drásticas. Pronosticaron que de no encontrarse una solución, los pueblos que están después de Cantón y Boca de Cachón quedarán aislados, además de que desaparecerán las comunidades de Duvergé, Boca de Cachón y El Limón, entre otras.
Aseguraron que tienen las pruebas de que cada vez que se realiza desfogue de la presa de Sabana Yegua esas aguas que deben ir al mar Caribe se van al lago Enriquillo.
Pidieron a todos los que han dado su opinión sobre el tema que se reúnan con ellos para afinar datos y encontrar una solución al problema, antes de que sea demasiado tarde.