Dicen Plan no cumple con metas trazadas

<p>Dicen Plan no cumple con metas trazadas</p>

POR LEONORA RAMÍREZ S.
Los sociólogos César Pérez y Ramón Tejada Holguín consideraron que el Plan de Seguridad Democrática no ha surtido el efecto esperado ante la persistencia de la violencia y la criminalidad, porque en su aplicación no se tomaron en cuenta las raíces de una problemática que está relacionada con la falta de oportunidades, el narcotráfico y la impunidad.

Consultados por separado, coincidieron en que la delincuencia no se combate con represión, sino con medidas preventivas, y que un programa de esa naturaleza no tendrá resultados positivos con un aparato policial que carece de especialización y es vulnerable a la corrupción. Pérez entiende que las deficiencias del Plan de Seguridad Democrática evidencian que el combate a la delincuencia no se hace a través de las medidas represivas.

Añadió que se debe ir a las causas que les dan origen, siendo una de ellas la incapacidad del sistema judicial para aplicar sanciones.

«Si no se tiene una justicia con un mínimo de transparencia, de honestidad en su administración, sin que esté arropada por la corrupción, es imposible que se termine el flagelo de la delincuencia», dijo al resaltar que a ese proceso se une la falta de policías y de mecanismos técnicos para enfrentar la problemática.

«La corrupción y la criminalidad es mundiales y eso es una demostración de que el sistema está corrompido de pies a cabeza, por lo cual no puede pensarse en una acción al margen de  una coordinación internacional».

El 12 de febrero de este año las autoridades decidieron ampliar el Plan de Seguridad Democrática, que se inició el 20 de agosto del 2005, hacia 19 sectores de la provincia Santo Domingo que han sido considerados como «críticos» por el auge de la delincuencia.

Entre esos se citan Villa Liberación, Villa Mella, Guaricano, Los Tres Brazos, el Ensanche Ozama, Villa Duarte, Villa Faro, Invivienda, Herrera, Los Alcarrizos, Brisas del Este, Boca Chica, San Luis, Manoguayabo, La Victoria, y Sabana Perdida.

Según datos de la Procuraduría General de la República, en el 2006 2 mil 144 personas perdieron la vida en acciones violentas, siendo los lugares de mayor incidencia la Provincia Santo Domingo, Santiago, San Cristóbal y el Distrito Nacional.

UN PROGRAMA PROPAGANDÍSTICO
Para Tejada Holguín el Plan de Seguridad Democrática, cuyas medidas se aplican a través del programa «Barrio Seguro», tiene más elementos propagandísticos que otra cosa, porque carece de análisis sobre los tipos de violencia que se dan en la República Dominicana.

«No es lo mismo la violencia asociada al tráfico de drogas con su secuela de asesinatos por encargo, a la intrafamiliar, el atraco y robo. Lo que está evidenciando esto es que ese plan no ha tomado en cuenta las características reales de la delincuencia y la violencia, por tanto es insuficiente e imposible que solucione ese problema sólo con medidas represivas.

A su juicio, tampoco se pueden lograr resultados positivos cuando la Policía es incapaz,  no maneja el Código Procesal Penal ni los nuevos instrumentos de la investigación científica, y está salpicada de corrupción.

«Para colmo se hacen intervenciones para controlar la circulación de la gente en algunas zonas, pero eso provoca que los militares «picoteen» más. Yo creo que ese programa fue más propagandístico que otra cosa, porque partía de una filosofía en la cual la violencia estaba asociada fundamentalmente a los barrios pobres».

En ese contexto Tejada Holguín expresó que no se tomó en cuenta el elemento preventivo,  porque muchos de los factores asociados a la violencia son la pobreza, la falta de perspectiva, ausencia de futuro de muchos jóvenes, también hay que darle a la gente la perspectiva de futuro, de que pueden estudiar y conseguir un empleo.

Al referirse a otros tipos de violencia que afectan a la sociedad dominicana, como la intrafamiliar, expresó que ésta no necesita la mano dura de la policía, sino un programa de concienciación que incluya a las comunidades de base, para detener una situación que también se relaciona con la pobreza pero igualmente con la prevalencia del machismo.

VIOLENCIA Y POLITICA
Para Pérez las autoridades deben no solamente cohesionar las políticas para frenar la criminalidad, sino también mejorar las condiciones de vida de las personas en el entendido de que la exclusión económica y social las hace vulnerables.

A su entender, los gobernantes deben dar señales claras de que este país es mucho más que vallas con propaganda electoral y luchas políticas, porque es necesario crear un clima moral en el que la gente perciba que hay autoridad en el sentido de la conducción del Estado, cosa que ahora no existe.

«El Presidente Leonel Fernández está en campaña y su partido también, entonces no puede haber una acción puntual en contra de la criminalidad en un contexto en el que se piensa en la permanencia en el poder».

Según sus declaraciones, las autoridades tienen las herramientas necesarias para enfrentar la delincuencia, en el contexto del análisis social, pero no tienen voluntad política para aplicar las recomendaciones.

«Es que la clase política dominicana no enfrenta los problemas porque está inmersa en otras urgencias, a esta clase política hay que decirle que no está al frente de la conducción del país, sino al frente de sus intereses», expresó.

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