Personas consultadas consideraron ayer que el gobierno del presidente Hipólito Mejía debe actuar para enfrentar, ahora, el problema energético que tiene sumido al país en la oscuridad. Tras manifestar que la crisis de la energía eléctrica se ha tornado insoportable, un grupo de ciudadanos de la provincia de Santo Domingo reclamó que Mejía asuma su responsabilidad.

La mayoría de los consultados expresaron que Mejía es la cabeza del gobierno hasta el próximo 16 de agosto y por tanto no puede desentenderse de sus obligaciones y esperar que sea el próximo gobierno el que enfrente la situación.

«Todavía él es gobierno; todavía él tiene que asumir la responsabilidad», dijo Javier Félix, un motoconchista residente en Hato Nuevo, Manoguayabo.

Blas Reynoso, taxista que reside en el kilómetro diez y medio de la Carretera Sánchez, se quejó de que paga RD$800.00 mensuales y no le suministran energía. «Yo tengo tres días amaneciendo sin luz, me paso el día sin luz y no me baja la tarifa. El gobierno tiene que hacer algo».

Para Antonio Rivas, taxista de Los Alcarrizos, el gobierno no quiere hacer nada para buscar una salida al problema. Mientras, Orángel Félix, motoconchista de Los Praditos, señaló que no cree que Mejía saldara la deuda con las generadoras. De ser así, afirmó, no se estuviera yendo tanto la luz. «El tiene que asumir su responsabilidad; es el 16 de agosto que él se va y no le puede dejar todos los problemas a Leonel».

Agustín Paulino, encargado de un taller que funciona en la Urbanización Fernández, expuso que sólo tienen una hora de luz y que el gobierno tiene que darle solución al problema, pues no puede aguantar pasarse el día entero laborando con una planta eléctrica.

Alba Santana, contadora de Arroyo Hondo, señaló que no es justo que Mejía se olvide de la población. «Ellos están pensando en ellos, no están pensando en nosotros como país. Ellos piensan en que consiguieron lo suyo y se van, nada más».

Rafael T. Vargas, un ingeniero civil retirado que mora en el Ensanche Paraíso, dijo que los gobiernos están para resolver todo lo que le compete a la ciudadanía. Por ello, no puede seguir sordo ante los reclamos.

De igual forma se pronunciaron Aura de Jesús, ama de casa de la Urbanización Fernández; Magaly Román, abogada de El Paraíso; Nancy Rodríguez, ama de casa que reside en Herrera; Dauris de Jesús, sastre de Sabana Perdida; Quico Mateo, administrador del Colmado Colonial; y Fernando Añil, propietario de la Dulcería Cariñitos, de la Zona Colonial.

Diómedes Mateo, dueño de una sastrería de la Zona Colonial que vive en Los Mina, cree que el gobierno debe dar la cara. «Un país sin energía no tiene prosperidad, si yo tengo un proyecto de trabajo para hoy y no tengo luz no puedo capitalizar eso. Así no puede avanzar la economía del país».

Franklin Sainz, administrador de un taller mecánico que reside en el Julieta, entiende que la responsabilidad de resolver el asunto de los apagones no sólo es del gobierno actual: también es de los usuarios, que deben pagar la energía eléctrica.

[b]EN LOS NEGOCIOS[/b]

Después de lamentar que tiene apagones de hasta catorce horas, Amaury Báez, propietario del Autoservicio Uribe, en Gazcue, sostuvo que ayer tuvo que tirar a la basura 42 libras de pollo. Incapaz de soportar más pérdidas de tan alto nivel, Báez expresó que Hipólito Mejía tiene que hacer algo al respecto.

Juan Bautista, empleado de la tienda Rothen en El Conde, indicó que la luz se está yendo bastante en la zona, lo que implica que tienen que gastar mucho dinero en combustible. «Ayer tuvimos que comprar cuatro tanques completos para echarle gasoil a la planta. Eso es una pérdida grande, el gobierno tiene que hacer algo. Esto es insoportable porque aunque no haya luz la factura siempre llega alta».

Uno de los propietarios de la tienda Galería, también en El Conde, señaló que a en la Zona Colonial no los están castigando tanto. A pesar de ello, Luis Fernández subrayó que cuando se va la energía se le disparan los costos. «Aparte del altísimo costo de la energía, el que se vaya la luz conlleva la compra del gasoil y el mantenimiento de las plantas, algo costoso para cualquier empresa», dijo al tiempo de que hay que buscar una solución que beneficie a la mayoría.

Pasando a la zona de la Avenida Duarte, la situación es más grave: por allí casi no hay luz, tal como lo atestiguan encargados y administradores de diversos establecimientos, razón por la que están gastando mucho en combustible.

En la tienda Kalea, por ejemplo, Maximino García expresó que la luz aparece con poca frecuencia y que están consumiendo demasiado combustible. El gobierno, agregó, tiene la responsabilidad de resolver este problema que aqueja a toda la sociedad.

Para Valdemiro de la Cruz, encargado de una de las sucursales de Calzados París, a la Duarte la están castigando con 12 y 13 horas de apagón. «Ahora mismo no hay luz, se está trabajando con un gasoil muy caro. El gobierno está en el deber de hacer algo».

El relojero Matos Cuevas, que tiene su puesto en una de las aceras de la Duarte, argumentó que no puede trabajar: vive en Sabana Perdida, apuntó, donde nunca llega la luz. «Yo llego y no puedo arreglar nada porque no hay luz. Ella no para la luz, el gobierno debe resolvernos».

Menos inmediatistas, Dominga Espinal, empleada de una tienda que reside en el María Auxiliadora; y José Antonio Guerrero, relojero de la Ciénega, creen que el dardo debe caerle al próximo mandatario, Leonel Fernández. Para ellos, aunque sufren por los largos apagones, a Mejía no le queda tiempo para hacer nada.