Quito, 28 abr (EFE).- El presidente del Congreso de Ecuador, Wilfrido Lucero, aseguró hoy, ante una misión de la OEA que investiga la situación política en el país, que hay «pruebas suficientes» contra el depuesto jefe del Estado Lucio Gutiérrez.

Lucero se reunió esta noche con los emisarios de la Organización de Estados Americanos, que analizan la crisis en Ecuador y las circunstancias por las que el Congreso destituyó a Gutiérrez por un confuso «abandono del cargo», cuando el ahora ex presidente se encontraba en su despacho del Palacio presidencial.

El jefe del Parlamento indicó que el cargo imputado a Gutiérrez para destituirlo debe ser entendido como un «abandono jurídico y político» de sus funciones, e insistió en que hay muchas pruebas documentadas que lo demuestran.

«Las pruebas están en todos los medios de comunicación» que han registrado la serie de supuestas irregularidades cometidas por Gutiérrez en el ejercicio de su cargo, insistió Lucero, tras recordar que la crisis se originó por una polémica reestructuración de la Corte Suprema de Justicia, en diciembre pasado.

El 8 de diciembre pasado una mayoría de diputados afines al Gobierno de Gutiérrez destituyó con una resolución a los antiguos jueces de la Corte Suprema y designó a otros ligados a la coalición oficialista.

Esa decisión generó críticas en la población, que arreciaron el pasado 31 de marzo cuando la Corte Suprema anuló los procesos de presunta corrupción contra el ex gobernante Abdalá Bucaram, cuyo partido, el Roldosista Ecuatoriano, mantuvo una estrecha alianza con Gutiérrez.

Bucaram, tras ocho años de exilio en Panamá, volvió a su natal Guayaquil, pero con la destitución de Gutiérrez volvió a refugiarse en esa nación centroamericana, donde ha presentado una nueva solicitud de asilo.

Lucero indicó que Gutiérrez y sus aliados controlaron todos los poderes del Estado durante la anterior administración, por lo que consideró que el ex presidente actuó como si fuese un «dictador».

El jefe del Parlamento consideró que ese hecho generó la revuelta popular que se desató en Quito el pasado 13 de abril y que concluyó con la destitución de Gutiérrez y la designación de Alfredo Palacio, que era el vicepresidente, como su sucesor.

La delegación de la Organización de Estados Americanos se ha entrevistado en privado con representantes de todos los sectores de la sociedad, tanto de simpatizantes como detractores de Gutiérrez.