Este primero de mayo, mundialmente consagrado a celebrar el Día de los Trabajadores, nuestro amado país, como siempre, presenta graves dicotomías que nos convidan a reflexionar, de manera de armonizar las peligrosas distancias sociales y viabilizar con mejor equidad la gobernanza.
Reconocemos los evidentes esfuerzos traducidos en logros notables de nuestro presidente Danilo Medina de incorporar 700 mil empleos en sus dos administraciones, los resultados imposibles de ocultar porque caeríamos en la ruindad, de las Visitas Sorpresas, el auge del turismo que ingresa seis millones de turistas que a su vez consumen más de RD$l00 mil millones de productos agropecuarios e industriales.
La estabilidad de nuestro signo monetario frente al codiciado billete verde de 50xl en siete años, PIB 6%, inflación 2.3%, reservas monetarias US$7 mil millones, que abre un cuello de cisne interrogatorio desconcertante cuando vemos que el presidente de la Confederación Nacional de Unidad Sindical (CNUS), Pepe Abreu, afirma que el 80% de la población carece de acceso a la canasta familiar básica del primer quintil de RD$l3,345, cuando el salario mínimo es de RD$8 mil.
La canasta familiar es de RD$29,272, cuando el promedio salarial del sector privado es de RD$l5 mil, y los otros RD$9,272 hay que procurar buscarlos para sobrevivir, generalmente mediante endeudamientos o corrupción, inclusive, trabajando la pareja.
Las diferencias entre médicos y las ARS es realidad porque el Estado no ha completado el ciclo de cobertura de salud social, aunque es obligatorio reconocer que SENASA cubre a ocho millones, logro del PLD, iniciado por Leonel Fernández.
El sector informal de la economía es de 56%, ponderando el impacto de MIPYMES en vigorizar a los pequeños emprendedores.
Hay desbalances, preocupante brecha social, que amerita reducir, para encofrar la gobernanza