POR MARÍA MERCEDES
Los invitados, en su mayoría juristas, empezaron a llegar antes de las 8:00 de la noche a la Sala Manuel Rueda de la Plaza del Conservatorio, donde Virgilio Bello Rosa, ex procurador de la República, presentó su libro Los dictámenes del Procurador. Al iniciar el acto, el jurista Raúl Reyes Vásquez hizo la presentación del libro con un extenso análisis de su contenido.

Luego, Virgilio Bello Rosa dijo que Los dictámenes del Procurador es la primera obra de esa clase que se publica en el país, pues contiene una parte importante de las opiniones del Procurador General de la República en el período que le tocó desempeñar esas funciones. “Al igual que las decisiones de la Suprema Corte de Justicia y cuyo resumen se publica en su Boletín. Estas opiniones no tienen un autor propiamente dicho, son el producto de las decisiones colegiadas”. 

Explicó que cuando una corte o tribunal colegiado produce una sentencia, generalmente la redacta un juez  y luego la presenta  al Pleno, y cuando es pronunciada deja de tener autor y se convierte en una sentencia de tribunal. “Así ocurre con los dictámenes y las decisiones que recoge esta obra”.

Así mismo destacó que en su preparación participaron, además de él, los abogados ayudantes del Procurador, siendo ellos Raúl Reyes Vásquez, Francisco Cadena Moquete, Ariel Acosta Cuevas y Napoleón Estevez Rivas, así como un cuerpo de destacados profesionales de poca promoción o nombradía en la Procuraduría, pero que hicieron una importante y eficiente labor en la preparación de esas opiniones.

“Este libro para abogados está dedicado de manera especial a los periodistas dominicanos, en sus diferentes roles dentro de los medios de comunicación, y a quienes escriben artículos de opinión en los periódicos, que no sólo me alentaban para que hiciera mi trabajo proactivo como Procurador, sino que me dieron un apoyo generalizado al momento de renunciar el suscrito a la posición gubernamental, hecho que se produjo el 7 de enero de 2003, precisamente el Día del Poder Judicial”, indicó.

Al finalizar su discurso conversó con los invitados, a quienes les firmó varios ejemplares de su libro.