Londres. El enfermero de origen filipino Victorino Chua fue condenado hoy a 35 años de cárcel por un tribunal británico por haber asesinado a dos pacientes en el hospital Stepping Hill de Stockport (noroeste de Inglaterra) en 2011.

Chua, de 49 años, fue considerado ayer culpable por el jurado del tribunal de Manchester de contaminar deliberadamente bolsas de solución salina, lo que provocó la muerte de dos pacientes, Tracey Arden, de 44 años, y Derek Weaver, de 83, entre junio y julio de 2011.

El magistrado Peter Openshaw sostuvo en su sentencia que Chua “cometió un crimen espantoso, algo inexplicable y totalmente irracional”, y que ahora “debe pagar por lo que hizo».   El enfermero, “muy experimentado” y que “envenenó a los pacientes con malicia”, en palabras del juez, alteró las bolsas de solución salina que más tarde otros enfermeros del hospital administraron a los pacientes.

Chua también alteró archivos médicos del hospital al enterarse de que el personal sanitario había llamado a la Policía para investigar las muertes, lo que llevó a su arresto en enero de 2012.   Entre las pruebas utilizadas para procesar al acusado figuró una carta escrita por él en la que aseguraba que era un «ángel convertido en una persona malvada”, que tenía “el demonio en el cuerpo” y escribió que “había cosas” que se “llevaría a la tumba».

En un comunicado, las autoridades sanitarias del Servicio Nacional de Salud (NHS) de Stockport afirmaron que sus “pensamientos están con las víctimas y sus familias en estos momentos tan duros” y que “se ha hecho justicia».   “Sabemos que han sufrido mucho últimamente, pero esperamos que este veredicto les pueda ayudar al ver que se ha hecho justicia”, reza el comunicado. EFE