Nagua. Tres meses de prisión preventiva fue la medida de coerción impuesta a las 11:00 de la mañana de ayer al hombre que mató la noche del lunes pasado a su esposa, Crismely García Brito, de 22 años y embarazada de dos meses.
El imputado, Angel López Ozoria, 30 años, llegó al Palacio de Justicia acompañado de 12 agentes policiales y su abogado, Robinson Jiménez, quien pidió al juez la libertad de su defendido mediante una garantía económica y una visita periódica ante el Ministerio Público por espacio de seis meses. La razón, argumentó, es que la muerte fue accidental.
Posteriormente, el padre de la víctima, Papo García, pidió al juez que se haga justicia. García no se ha constituido como querellante ni actor civil.
La Fiscalía estuvo representada por los fiscales Carina Pérez y Odalis Mercado, quienes pidieron prisión para López, petición que fue acogida por el juez de Atención Permanente interino del Juzgado de la Instrucción del Distrito Judicial de María Trinidad Sánchez, Adriano Taveras Marte.
Tras la audiencia, fueron sepultados en el cementerio municipal los restos de García Brito, quien deja en la orfandad a dos niños. Cientos de personas acudieron a darle el último adiós.