El chofer Rufino Ramírez Vargas, acusado de abandonar la escena de un accidente en el que murieron siete estudiantes y un adulto, fue enviado a cumplir un año de prisión preventiva en la cárcel de Najayo.

La medida de coerción fue conocida en el Juzgado de Paz para Asuntos Municipales de Villa Mella en horas de la mañana.

Todo sucedó en medio del reclamo de los familiares de las víctimas, quienes tenían dos pedimentos: unos proclamaban que la pena fuera de 30 años y otros que se lo entregan para matarlo.

Ramírez Vargas es acusado de abandonar a las víctimas en las proximidades de la Hacienda Estrella, de Santo Domingo Norte, donde el minibús en el que viajan se estrelló con un poste del tendido eléctrico, muriendo siete de ellos de manera instantánea.  

El chofer enfrenta cargos por violación a la Ley 241, sobre Tránsito y Vehículo de Motor, y el Artículo 50 del Código Procesal.

Alrededor de 50 agentes de la Policía Nacional custodiaron de manera permanente la entrada y salida al penal del imputado, teniendo que lidiar en varios momentos con los familiares de las víctimas, quienes trataban de acercarse.